En Asia, el mismo día en que la periodista australiana detenida Cheng Lei regresó a Australia esta semana después de un calvario de tres años en una cárcel china, Estados Unidos condenó a Pekín por el arresto de otro objetivo.

Lu Siwei, abogado defensor de derechos humanos, había representado a uno de los 12 activistas de Hong Kong que habían protestado contra las leyes de seguridad nacional impuestas por Pekín en 2019.

El condenado abogado de derechos humanos chino, Lu Siwei, en Laos antes de ser detenido y enviado de vuelta a China.

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El defensor de los derechos humanos con una voz franca había sido durante mucho tiempo una persona de interés para las autoridades chinas.

A Lu se le revocó su licencia para actuar como abogado en 2021. Luego le instalaron una cámara en la puerta principal de su casa en China y fue puesto bajo vigilancia las 24 horas del día.

En julio, logró evadir la seguridad estatal y cruzó la frontera laosiana en su camino a Tailandia en un intento de reunirse con su familia en Estados Unidos.

Pero fue allí donde terminó su intento de escape que duró meses.

Las autoridades laosianas, que cada vez cooperan más con un gobierno chino que está invirtiendo miles de millones de dólares en infraestructura en el país, alcanzaron a Lu y lo repatriaron por la fuerza a Pekín.

Lo acusaron de cruzar ilegalmente la frontera.

'Este es el resultado de 65 días de espera, sufrimiento y dolor', dijo la esposa de Lu, Zhang Chunxiao.

Zhang dijo a grupos de derechos humanos que ahora teme que lo envíen a prisión en China y que 'probablemente sea torturado'.

Es probable que Lu ya esté bajo lo que se conoce en China como 'vigilancia residencial en un lugar designado', o comúnmente llamado RSDL. El acrónimo burocrático oculta una realidad sombría.