China reafirma que nunca ha proporcionado armamento letal a ninguna de las partes involucradas en la guerra en Ucrania y desmiente las acusaciones de apoyo militar a Rusia, en medio de tensiones internacionales.

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China ha vuelto a insistir este martes en que no ha entregado armas peligrosas a ninguna de las partes en el conflicto en Ucrania, después de que Kiev acusara a Pekín de suministrar materiales y equipos militares a la industria armamentística rusa.

La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, afirmó en rueda de prensa que China nunca ha proporcionado armamento letal a ninguna de las partes en conflicto y que mantiene un control riguroso sobre los artículos de uso civil y militar.

"Ucrania es plenamente consciente de nuestra postura en este asunto", señaló Mao Ning.

Estas declaraciones llegan en un momento en el que las tensiones internacionales se intensifican por las acusaciones cruzadas. La vocera también calificó como "infundadas" y motivadas por "manipulaciones políticas" las acusaciones del jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania, Oleh Ivashchenko, quien afirmó a medios ucranianos que Pekín suministra materiales y equipos importantes a unas 20 fábricas militares rusas.

Según Ivashchenko, los datos que poseen confirman que China aporta máquinas, productos químicos especiales, pólvora y componentes específicos para la fabricación de armamento en Rusia.

Estas acusaciones no son nuevas. De hecho, el mes pasado, Ucrania ya había señalado que China brindaba asistencia militar directa a Rusia. Ucrania afirma contar con evidencias que demuestran que China suministra maquinaria, productos químicos especializados, pólvora y componentes clave para la industria de defensa rusa.

La comunidad internacional ha estado atenta a estas acusaciones, que podrían tener repercusiones diplomáticas en las relaciones entre China, Ucrania, Rusia y Occidente.

Desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022, China ha mantenido una postura de ambigüedad. En varias ocasiones, Pekín ha pedido respeto por la "integridad territorial" de todos los países, incluyendo Ucrania, y ha subrayado la importancia de atender las "preocupaciones legítimas" de todos los actores, en referencia a Rusia.

La estrategia de China ha sido promover una solución política, oponiéndose a sanciones unilaterales impuestas por Occidente, y evitando tomar una postura clara que pueda afectar sus relaciones con Moscú.

Por su parte, Occidente ha acusado repetidamente a China de apoyar la campaña militar rusa, acusación que Pekín ha negado rotundamente. Sin embargo, las evidencias de que China podría estar suministrando componentes y tecnología a Rusia para la fabricación de armas han generado preocupación en la comunidad internacional.

Países europeos, en particular, han solicitado al presidente chino, Xi Jinping, que utilice su influencia sobre Vladimir Putin para detener el conflicto en Ucrania.

Algunas voces sostienen que, en realidad, China ha priorizado fortalecer sus relaciones con Rusia, país del que ha estado importando petróleo y gas a precios más bajos, en un intento por consolidar su posición geopolítica.

El conflicto en Ucrania continúa siendo un punto de tensión global, con múltiples actores internacionales buscando influir en el desarrollo de los acontecimientos.

La postura de China, que combina el rechazo a las sanciones y un llamado a soluciones diplomáticas, contrasta con las acusaciones de apoyo militar que pesan sobre Pekín.

La comunidad internacional seguirá de cerca los movimientos de China y su posible implicación en la provisión de materiales militares, en un escenario donde las tensiones siguen en aumento y las implicaciones estratégicas son de gran alcance.