El primer ministro canadiense Justin Trudeau se prepara para responder a posibles aranceles de EE. UU.

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En una reciente entrevista, el primer ministro saliente de Canadá, Justin Trudeau, expresó que su país está dispuesto a tomar medidas de represalia, incluyendo la implementación de aranceles, si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumple con su amenaza de iniciar una guerra comercial en América del Norte.

Durante su intervención en el programa Inside With Jen Psaki de MSNBC, Trudeau destacó que, aunque su gobierno no busca un enfrentamiento comercial con la nueva administración, se vería obligado a actuar si Estados Unidos impone tarifas sobre productos canadienses.

Según datos del Departamento de Comercio de EE. UU., Canadá es el mayor comprador de productos estadounidenses, con importaciones que alcanzan los 320,000 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente 520,000 millones de euros) en los primeros 11 meses del año pasado.

En el mismo periodo, el déficit comercial de EE. UU. en bienes con Canadá fue de 55,000 millones de dólares (alrededor de 57,000 millones de euros).

Trudeau recordó que "como lo hicimos la última vez, estamos listos para responder con aranceles según sea necesario". En la actualidad, Canadá es el principal socio exportador de aproximadamente 35 estados estadounidenses, lo que significa que las medidas que intensifiquen las barreras comerciales entre ambos países resultarían perjudiciales para los ciudadanos y los empleos en EE.

UU.

Es interesante hacer referencia a que durante la primera administración de Trump en 2018, se impusieron aranceles sobre el acero y el aluminio, lo que llevó al gobierno canadiense a establecer medidas sobre una lista de productos manufacturados en EE.


UU., que incluía electrodomésticos, bourbon y barcos. Este contexto revela la tensión existente en las relaciones comerciales entre ambos países.

En esta ocasión, Trump ha sugerido que podría considerar aranceles de hasta el 25% sobre productos provenientes de México y Canadá. Un plan de represalia que está circulando dentro del gobierno canadiense podría afectar prácticamente todas las categorías de productos importados desde EE.

UU., reportó Bloomberg.

Adicionalmente, Trudeau también comentó sobre las inversiones de Canadá en seguridad fronteriza, que incluyen helicópteros y drones, medidas que buscan frenar el flujo de fentanilo y la migración ilegal hacia EE.

UU., en respuesta a las preocupaciones planteadas por Trump. "Menos del 1% de los migrantes ilegales, menos del 1% de los fentanilos que llegan a los Estados Unidos, provienen de Canadá. Por lo tanto, no somos un problema", afirmó el primer ministro.

Trudeau también calificó de "distractores" los comentarios de Trump sobre convertir a Canadá en el 51º estado de EE. UU., sugiriendo que existen problemas más urgentes a los que se debería prestar atención.

Es fundamental recordar que las relaciones entre Canadá y EE. UU. han sido históricamente sólidas, aunque no exentas de conflictos. El enfoque de Trudeau parece ser pragmático, intentando mantener un equilibrio entre defender los intereses de Canadá y evitar un conflicto comercial mayor que podría afectar significativamente a ambas economías.