La Corte Suprema de Brasil confirma la prisión preventiva del expresidente Jair Bolsonaro en medio de tensiones políticas y acusaciones de obstrucción a la justicia. La decisión, que fue tomada por la mayoría de los magistrados, ha generado controversia en el país sudamericano.
La mayoría de los magistrados presentes, que fueron tres de los cuatro miembros, respaldaron la orden de #detención preventiva dictada el pasado sábado contra Bolsonaro, manteniéndolo en la sede de la Policía Federal en Brasilia.
Este proceso judicial se enmarca en una serie de acusaciones y decisiones que han marcado la política brasileña en los últimos años. La decisión de la corte fue tomada tras una audiencia virtual que concluyó a las 20:00 horas locales (23:00 GMT). La magistrada Cármen Lúcia Antunes, la única que aún no había votado, debía pronunciarse en ese momento, aunque su decisión aún no había sido divulgada al cierre de esta información.
El juez Alexandre de Moraes, instructor del proceso, fue el primero en votar y ya había ordenado la prisión preventiva el sábado, después de convertir la prisión domiciliaria en una medida más severa.
Moraes argumentó que Bolsonaro había supuestamente confesado en una audiencia reciente que 'inutilizó la tobillera electrónica' que se le había impuesto para controlar sus movimientos, lo cual supone un incumplimiento grave de las medidas cautelares.
Supuestamente, Bolsonaro también habría incentivado a sus seguidores a congregarse en las cercanías de su residencia, una acción que, según la justicia, podría facilitar una posible fuga y generar un riesgo para la seguridad pública.
La convocatoria a una vigilia en su domicilio, que fue interpretada como un intento de movilización masiva, fue considerada por los magistrados como una posible estrategia para obstruir la fiscalización de su libertad condicional.
Que gobernó #Brasil entre 2019 y 2022 y fue condenado a 27 años de prisión por supuestos actos de golpismo
El expresidente, que gobernó Brasil entre 2019 y 2022 y fue condenado a 27 años de prisión por supuestos actos de golpismo, negó las acusaciones durante una audiencia el domingo.
Supuestamente, Bolsonaro alegó que su comportamiento fue provocado por episodios de 'paranoia' y 'alucinaciones' causados por la mezcla de medicamentos como la pregabalina y la sertralina, que toma para tratar problemas de ansiedad y otros trastornos de salud.
Desde su salida del cargo, Bolsonaro ha enfrentado múltiples controversias, incluyendo acusaciones de incitar la violencia y de intentar socavar las instituciones democráticas.
La prolongada tensión política en Brasil se ha intensificado tras las elecciones de 2022, en las que el expresidente perdió ante Luiz Inácio Lula da Silva, quien actualmente ocupa la presidencia.
Supuestamente, la decisión de mantener a Bolsonaro en prisión fue motivada también por antecedentes de problemas de salud que el exmandatario ha manifestado, como episodios de crisis de ansiedad, problemas de visión y otros trastornos que, según él, están relacionados con heridas de la campaña electoral de 2018, en la que fue apuñalado y sufrió graves heridas que requirieron múltiples cirugías.
En un contexto histórico, Brasil ha atravesado varias crisis judiciales y políticas en las últimas décadas, siendo las decisiones del Supremo Tribunal Federal clave para determinar el rumbo del país en momentos de alta tensión social y política.
La permanencia de Bolsonaro en prisión ha generado reacciones polarizadas, con sus seguidores denunciando una supuesta persecución política, mientras que sus detractores consideran que la justicia sigue su curso en defensa del Estado de derecho.
