Hace exactamente 10 años, Nick Stone comenzó su visión de llevar la cultura del café australiano a Estados Unidos en un sótano subterráneo en el centro de Manhattan.

No había señalización que indicara la presencia de su nuevo café. No había visibilidad desde la calle ni siquiera un letrero en la acera de la Tercera Avenida que dirigiera a los transeúntes a entrar.

De hecho, la única forma de encontrar el lugar era si alguien te llevaba allí o si habías oído hablar de él, dice Stone, ex jugador de fútbol de la AFL convertido en banquero y ahora director ejecutivo de Bluestone Lane.

"Era este pequeño oasis escondido, el clásico café desconocido que encontrarías en el distrito financiero de Melbourne o Sydney, y estaba a la vuelta de la esquina de donde yo trabajaba en Park Avenue", cuenta en una entrevista que marca el décimo aniversario del café inspirado en Australia.

"Era simplemente un lugar conocido por el boca a boca, y tuvo éxito desde el principio". Diez años después de que se abriera la primera ubicación de Bluestone Lane en Nueva York, el negocio ha crecido desde una tienda discreta en la ciudad que nunca duerme hasta más de 55 en todo Estados Unidos, desde Houston en Texas y West Hollywood en Los Ángeles, hasta San Francisco y Washington DC. A pesar de casi ser "aniquilado" por la pandemia global, ahora emplea a aproximadamente 800 personas y tiene ingresos anuales de más de 100 millones de dólares.

Entre los visitantes famosos se encuentran Taylor Swift, Sarah Jessica Parker y Hugh Jackman, mientras que el propio Stone fue invitado especial la semana pasada en Food Stars de Gordon Ramsay, un programa de televisión de realidad que busca al próximo empresario de alimentos y bebidas.