El equipo de Joe Biden considera que su mejor oportunidad de ser reelegido es enfrentarse a Donald Trump en las elecciones presidenciales. Aunque lo consideran una amenaza existencial para el país, creen que la polarización y toxicidad del ex presidente serían un poderoso incentivo para atraer a demócratas e independientes decepcionados.

Aunque los demócratas no verían con malos ojos que alguien como la ex gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, derrotara a #Trump en las primarias republicanas, reconocen que representaría un mayor peligro para #Biden si ganara la nominación republicana.
Este escenario recuerda al año 2016, cuando muchos demócratas no estaban descontentos con la nominación de Trump, creyendo que el país nunca elegiría a una estrella de reality show que se especializaba en apelaciones racistas y políticas insultantes.
Sin embargo, los demócratas no están tan seguros esta vez, pero confían en que el país no devolverá el poder a un presidente derrotado que incitó a una turba violenta y enfrenta cargos por delitos graves.
Directora de comunicaciones de Hillary Clinton durante la elección que perdió frente a Trump
Jennifer Palmieri, directora de comunicaciones de Hillary Clinton durante la elección que perdió frente a Trump, comenta que no era una de las demócratas que pensaban que sería más fácil vencer a Trump en 2016.
Para ella, sería mejor para el país que Trump fuera derrotado en el Partido Republicano y no continuara ganando fuerza. Si Trump perdiera, Palmieri cree que Biden podría vencer a Nikki Haley o al gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Sin embargo, Haley sería vulnerable a los ataques demócratas por haber respaldado a Trump como su embajadora ante las Naciones Unidas, incluso como candidata republicana a la presidencia.