El emblemático Beverly Hills Hotel, conocido localmente como "El Palacio Rosa", ha tomado un nuevo y triste protagonismo al convertirse en un refugio temporal para los evacuados por los peligrosos incendios que azotan la costa de California.

Este hotel, que ha sido parte de la cultura popular desde sus inicios, ha sido testigo de eventos notables, desde sesiones fotográficas icónicas hasta matrimonios de celebridades.

Sin embargo, ahora su rol es uno muy diferente.

Los incendios que han arrasado Los Ángeles han obligado a más de 130,000 personas a abandonar sus hogares, mientras el número de muertos ha alcanzado las 24 víctimas y los daños han sido estimados en unos 210 mil millones de dólares (aproximadamente 196 mil millones de euros).

La devastación ha golpeado especialmente a áreas adineradas como el vecindario de Pacific Palisades, donde numerosas celebridades han perdido sus propiedades, incluyendo a figuras reconocidas como Paris Hilton, Billy Crystal y Adam Brody.

Mientras muchos se han visto obligados a buscar refugio en casas de familiares o en albergues públicos, los más afortunados y económicamente solventes se han refugiado en el lujoso Beverly Hills Hotel, cuyo precio por noche asciende a 1,000 dólares (unos 928 euros).

Este hotel de cinco estrellas ha sido conocido por su ambiente exclusivo y por haber inspirado la famosa canción "Hotel California" de la banda The Eagles.

En un giro sorprendente, el vestíbulo del hotel ha cambiado drásticamente, con carritos de equipaje que ahora transportan bolsas de perro y cestas de lavandería, en lugar de las típicas maletas de diseñador.

Los huéspedes visten ropa deportiva mientras pasean a sus mascotas por los jardines del hotel. Como un claro ejemplo de este nuevo grupo de inquilinos, la actriz Jamie Lee Curtis fue vista saliendo de la privacidad de una de las cabañas del hotel, vestida completamente de negro y acompañada de su perro de pelaje blanco.

La devastación causada por los incendios no se limita a la pérdida de propiedades; la comunidad está sufriendo un duro golpe emocional. Jamie Lee Curtis, ganadora del Oscar, expresó su angustia ante el impacto de las llamas en su vecindario, lo que refleja el sentimiento generalizado de pérdida entre los evacuados.

Históricamente, el Beverly Hills Hotel ha sido un símbolo de lujo y estilo de vida de las estrellas de Hollywood. Desde Faye Dunaway posando junto a su piscina tras ganar un Oscar hasta numerosas bodas de alto perfil, su esencia reside en el glamour. Sin embargo, este desastre natural ha puesto de manifiesto la fragilidad de esa fama, convirtiendo el hotel en un último recurso para aquellos que enfrentan el caos de los incendios forestales.

Con la esperanza de que las llamas sean contenidas pronto, los evacuados se aferran al refugio que el hotel les proporciona, aunque su futuro sigue siendo incierto.

Las autoridades trabajan incansablemente para controlar la situación, mientras la comunidad observa con atención cómo se despliega esta crisis humanitaria en el corazón de una de las ciudades más icónicas de Estados Unidos.