El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha escrito una carta abierta a los bibliotecarios de América por 'mantenerse en primera línea' de las guerras culturales, ya que los intentos de prohibir libros han alcanzado niveles sin precedentes en el último año.

En World / North America, AdvertisementWashington: El ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha enviado una carta abierta a los bibliotecarios de América por 'mantenerse en la primera línea' de las guerras culturales, ya que los intentos de prohibir libros han alcanzado niveles sin precedentes en el último año.

Advertencia de que el mundo está observando, el demócrata lamentó el aumento de los libros que son cuestionados por personas que no están de acuerdo con ciertas perspectivas, describiendo la tendencia como 'profundamente equivocada' y una amenaza para la democracia.

Según los datos de la Asociación de Bibliotecas de América, hubo 1269 demandas para censurar libros y recursos de biblioteca en 2022, más del doble que el año anterior y la mayor cantidad de intentos de prohibición de libros desde que la asociación comenzó a registrar datos hace más de 20 años.

'No es coincidencia que estos 'libros prohibidos' a menudo sean escritos por o incluyan a personas de color, personas indígenas y miembros de la comunidad LGBTQ+; aunque también ha habido lamentables casos en los que libros de autores conservadores, o libros que contienen palabras o escenas 'desencadenantes', han sido objetivos de eliminación', escribió Obama.

'También es importante entender que el mundo está observando.

Si Estados Unidos, una nación construida sobre la libertad de expresión, permite que ciertas voces e ideas sean silenciadas, ¿por qué otros países deberían esforzarse por protegerlas?'

Entre los libros más prohibidos en Estados Unidos se encuentra Gender Queer, una memoria de Maia Kobabe sobre su identidad no binaria; The Bluest Eye de Toni Morrison, que ha sido cuestionado por su contenido sexual explícito, temáticas raciales y lenguaje 'perturbador'; y Flamer, un libro para jóvenes adultos de Mike Curato que aborda temas como la homosexualidad, el acoso escolar y el autolesionismo.

Si bien la censura de libros no es un fenómeno nuevo, la tendencia ha aumentado recientemente a medida que las guerras culturales se han intensificado.

No solo las juntas escolares de Estados Unidos se han vuelto más politizadas, sino que muchos conservadores ahora buscan cargos estatales y federales al hacer campaña en contra del llamado 'woke-ismo', resistiéndose a la teoría crítica de la raza en las escuelas y presentando las prohibiciones de libros como un problema de control parental.

En Arkansas, por ejemplo, la gobernadora republicana Sarah Huckabee Sanders, ex portavoz de Donald Trump, ha firmado una ley que podría imponer sanciones penales a los bibliotecarios que proporcionen 'materiales dañinos' a menores de edad de manera consciente.