Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, resalta la belleza natural de Australia y su exposición al cambio climático durante su visita.
Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, ha comenzado su mandato enfatizando la importancia de la belleza natural de Australia, a la que describe como 'el país de Dios'. En sus propias palabras, señala que está agradecido por haber podido visitar la Gran Barrera de Coral en la década de 1990, antes de que el blanqueamiento de corales se convirtiera en una problemática crónica.
Originario de la India y ciudadano estadounidense, Banga ha recorrido casi todas las ciudades de Australia a lo largo de su carrera en distintas multinacionales.
A diferencia de sus predecesores, él se siente bastante familiarizado con la cultura australiana, al punto de que le gusta que lo llamen simplemente Ajay, evitando los formalismos.
Su primera experiencia en Australia lo dejó impresionado, describiéndola como un lugar bendecido por la naturaleza, al compararlo con otras naciones como Estados Unidos.
En un contexto geográfico rico en mares, montañas, desiertos, tierras agrícolas y bosques, Australia posee una diversidad que pocos países pueden igualar.
Sin embargo, durante su visita, Banga no ha podido evitar comentar sobre el estado de la Gran Barrera de Coral, que ahora enfrenta serios peligros debido al cambio climático.
El presidente del Banco Mundial destaca que, aunque las islas del Pacífico están en una posición vulnerable, Australia también enfrentará un gran impacto.
'Miren lo que está ocurriendo con su Gran Barrera de Coral', dice Banga, subrayando que el país necesita actuar rápidamente para proteger sus recursos naturales.
Banga se distingue de su predecesor, quien tenía una postura más neutral sobre los retos ambientales.
Él se presenta como un 'guerrero' en la lucha contra el cambio climático, reflejando así un cambio de enfoque en la institución que lidera.
Es importante recordar que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) nacieron de la Conferencia de Bretton Woods en la década de 1940, diseñada para establecer la arquitectura institucional del mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces, el enfoque del Banco Mundial ha sido asistir a las naciones más pobres a salir de la pobreza, lo que ha resultado en un enfoque a menudo criticado de 'ayuda' no sostenida.
En este sentido, Banga vislumbra una oportunidad para que el Banco asuma un papel más activo en la conversación global sobre el cambio climático y desarrolle medidas que no solo alivien la pobreza, sino que también protejan los recursos naturales.
La belleza natural de Australia debe preservarse, no solo para las futuras generaciones de australianos, sino también para el bienestar del planeta en general.
La fragilidad de sistemas ecológicos tan extraordinarios como la Gran Barrera de Coral debe ser un llamado a la acción para todos nosotros, y el Banco Mundial, bajo el liderazgo de Ajay Banga, parece estar listo para asumir ese desafío.