Un ex guardaespaldas del primer ministro de Malasia, condenado a muerte por un brutal asesinato político, ha sido liberado después de casi nueve años de detención en Australia.

En Singapur, un antiguo guardaespaldas del primer ministro de Malasia, Sirul Azhar Umar, fue liberado tras una decisión del Tribunal Supremo que determinó que los extranjeros no pueden ser detenidos indefinidamente por autoridades de inmigración si no pueden ser deportados.

Esta decisión ha llevado a la liberación de 92 personas, en su mayoría refugiados, pero también algunos culpables de crímenes violentos, quienes podrán permanecer en Australia bajo condiciones especiales.

Sirul, quien fue condenado por el infame asesinato en 2006 de la traductora y modelo mongol Altantuyaa Shaariibuu, es uno de ellos.

Su hijo, Shukri Azam Bin Sirul Azhar, confirmó el domingo temprano que su padre ya estaba en libertad.

La noticia de la liberación probablemente cause revuelo en Malasia, donde continúan las especulaciones sobre quién ordenó el asesinato y persisten los rumores de que se llevó a cabo para evitar que Altantuyaa revelara presuntas comisiones ilegales en un contrato de submarinos de 2.000 millones de dólares en el que había trabajado como traductora.

Sirul, quien tiene poco más de 50 años, ha llevado consigo el secreto desde su escape a Australia en enero de 2015, donde fue arrestado y detenido en un centro de inmigración en Sydney.

El gobierno australiano se negó a enviarlo de regreso a Malasia debido a que enfrentaba la pena de muerte por el asesinato de la embarazada Altantuyaa en la selva cerca de Kuala Lumpur, donde él y su compañero, el también guardaespaldas del gobierno Azilah Hadri, hicieron explotar su cuerpo con explosivos.