A pesar de la prohibición de importar langostas, Australia ve oportunidades económicas en los planes de estímulo de China.

Imagen relacionada de australia relacion economica china restricciones

En un contexto de tensiones comerciales, el Tesorero australiano Jim Chalmers ha señalado que la nación puede beneficiarse de los planes de China para inyectar miles de millones de euros en su economía, que actualmente enfrenta desafíos significativos.

No obstante, la prohibición prolongada de Australia sobre la importación de langostas está generando tensiones en las relaciones comerciales entre Canberra y Pekín.

El pasado viernes, Chalmers se reunió con funcionarios locales en Pekín, donde subrayó que había mucho en juego para Australia dado el enfriamiento económico de China.

Durante su visita, el Tesorero expresó su satisfacción por las señales de que se están preparando medidas de estímulo para reactivar el crecimiento.

Sin embargo, destacó que aún hay poca información concreta sobre la cantidad de dinero que el gobierno chino planea invertir en un paquete fiscal destinado a estabilizar su sector inmobiliario.

“Quisiera dejar claro que damos la bienvenida a los esfuerzos por impulsar el crecimiento en la economía china”, afirmó Chalmers, convirtiéndose en el primer Tesorero australiano en visitar China en los últimos siete años.

Resaltó que lo que se decide en el gigante asiático tiene grandes consecuencias para la economía australiana, así como para sus trabajadores, empresas e inversores.

Chalmers llegó a Pekín en medio de una intensa actividad económica por parte de las autoridades chinas, lo que refleja la creciente preocupación del liderazgo del país por la caída libre del sector inmobiliario, la estancada confianza del consumidor y la amplia expectativa de que China no logrará cumplir su objetivo de crecimiento anual del 5%.


La prohibición de exportación de mariscos de China está afectando gravemente a la industria de langostas australianas.

Los pescadores, enfrentando la dura realidad de la restricción comercial, temen que algunos no sobrevivan a los meses de invierno.

Según datos de la industria, la falta de acceso al mercado chino ha llevado a una caída en los precios de las langostas, que se cotizan a aproximadamente 35 euros por kilogramo en el mercado local, muy por debajo de los 60 euros que se podían obtener antes de la prohibición.

Por otro lado, el Tesoro australiano ha pronosticado que el crecimiento de China se mantendrá por debajo del 5% durante tres años, lo que marcaría la racha de expansión más débil desde que comenzó su apertura económica a finales de los años 70.

Chalmers advirtió que esto tendría consecuencias significativas para la economía australiana, calculando que cada punto de reducción en el crecimiento del PIB de China podría costar a Australia aproximadamente 5,6 mil millones de euros en producción perdida.

La relación entre ambos países es de vital importancia, y ambos gobiernos deberán encontrar una solución que permita desbloquear el comercio y fomentar una colaboración más estrecha en el futuro.