Investigadores del MIT han identificado el origen de un pulso de radio que podría ser un avance en la comprensión de fenómenos del espacio.

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La ciencia ha dado un paso importante en la comprensión de los enigmáticos pulsos de radio que provienen del espacio, conocidos como explosiones rápidas de radio (FRBs, por sus siglas en inglés). Estas señales, que duraban milisegundos, son extremadamente potentes y pueden viajar miles de millones de años luz hasta llegar a la Tierra.

Su descubrimiento se remonta a 2007, cuando los físicos teóricos, como el profesor Avi Loeb del Centro de Astrofísica de Harvard-Smithsonian, sugirieron que podrían ser señales originadas por civilizaciones extraterrestres.

Sin embargo, un reciente estudio realizado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desvelado un hallazgo fascinante: han logrado rastrear el origen de una de estas FRBs y han encontrado que está relativamente cerca de una estrella de neutrones.

Esta estrella, que tiene la densidad de un objeto que puede ser del tamaño de una ciudad pero con la masa del sol, se encuentra a unos 200 millones de años luz de distancia en nuestro universo.

Lo notable de esta estrella es que está envuelta en un denso campo magnético que, según los investigadores, podría ser la fuente de las explosiones de radio.

El Dr.

Kiyoshi Masui, profesor asociado de física en MIT, explica que: 'En torno a estas estrellas de neutrones altamente magnéticas, también conocidas como magnetares, no pueden existir átomos, ya que serían destruidos por los campos magnéticos.'

Este descubrimiento proporciona una nueva perspectiva sobre la naturaleza de las señales de radio.

Masui también añade que 'el aspecto emocionante de este hallazgo es que encontramos que la energía almacenada en esos campos magnéticos, cerca de la fuente, se está retorciendo y reconfigurando de tal manera que puede liberarse como ondas de radio que podemos detectar a mitad del camino a través del universo.'


El estudio de estas señales se ha intensificado en la última década, y cada vez más investigadores buscan entender su origen y significado.

Aunque en su momento se consideró que estas señales podrían ser un indicio de vida extraterrestre, la comunidad científica ahora contempla diversas explicaciones que podrían estar relacionadas con fenómenos astrofísicos.

Las explosiones rápidas de radio han sido objeto de fascinación no solo porque representan un misterio espacial, sino también porque su estudio puede ofrecer información valiosa sobre la formación y evolución de los cuerpos celestes.

Desde su descubrimiento, se han registrado más de 500 estallidos, aunque el origen de muchos de ellos aún permanece en la penumbra de lo desconocido.

Con este avance, los científicos están un paso más cerca de desentrañar el misterio que encierra el cosmos y su comportamiento.

El descubrimiento de MIT subraya la importancia de la astrofísica moderna y la colaboración internacional en la búsqueda de respuestas sobre nuestro universo.

A medida que la tecnología avanza, probablemente continuaremos viendo más trabajos sorprendentes que nos ayudarán a comprender mejor no solo las FRBs, sino también los misterios del espacio profundo.