Descubre la valentía de los curadores del M+ Gallery en Hong Kong al desafiar la censura del Estado chino.
En Hong Kong, a las 11 de la mañana de un cálido sábado, el M+ Gallery abre sus puertas y recibe a un pequeño número de visitantes que buscan contemplar las obras al estilo de la Tate Modern de Londres.
Este galería de talla mundial se erige imponente sobre el puerto de Hong Kong, pero al mismo tiempo, camina por una cuerda floja.
Una de las obras que los visitantes pueden apreciar es un loop de video de Zhou Tao, donde se muestra el recorrido matutino de los empleados de una fábrica.
Según la descripción de la galería, el socialismo chino es una táctica de gobierno altamente efectiva para las corporaciones modernas.
Cerca de allí, en una pintura de Liu Wei titulada "Born 1989 in Beijing" se encuentran los miembros desmembrados de una generación.
Aunque no se menciona explícitamente, se insinúa el massacre ocurrido en 1989 en la Plaza Tiananmen que causó dichas mutilaciones.
Una de las obras más controversiales de Ai Weiwei también ha sido censurada.
Los visitantes no podrán ver al artista chino exiliado levantando su dedo en la plaza más famosa de Beijing.
En cambio, su contribución se reduce a un gigantesco bloque de hojas de té negro.
Es una decisión paradójicamente audaz y silenciosa por parte de los curadores del M+, incluida la ex directora de la Galería de Arte de NSW, Suhanya Raffel, el incluir al disidente chino, considerando que personas que sostienen hojas de papel en blanco han sido detenidas por amenazar la seguridad del Estado chino.
Nada de esto estaba en los planes cuando el M+ fue comisionado hace una década con la visión de convertirse en la galería más grande de Asia.
Desde entonces, las escenas artísticas, literarias y académicas de la ciudad han sido devastadas por las leyes de seguridad nacional impuestas por Beijing.