El canciller alemán Olaf Scholz pide elecciones anticipadas debido a la crisis en su coalición, mientras la economía continúa en apuros.

El canciller alemán Olaf Scholz ha convocado elecciones anticipadas debido al colapso de su coalición tripartita, que ha estado marcada por la discordia.

Este giro dramático en la política alemana se produce en un momento crítico para la economía nacional, que ha mostrado un rendimiento débil en los últimos tiempos.

La crisis política se intensificó tras la destitución de su ministro de Finanzas, Christian Lindner, quien, como líder del partido pro-empresarial FDP, se negó a respaldar una propuesta que buscaba suspender las reglas que limitan la nueva deuda para ayudar a cubrir el déficit previsto en el presupuesto del próximo año.

Scholz ha solicitado una votación de confianza en su gobierno, programada para enero, con la intención de adelantar las elecciones federales al mes de marzo.

Esta estrategia política es inusual en la historia reciente de Alemania, ya que desde el final de la Segunda Guerra Mundial han habido pocos casos de elecciones nacionales anticipadas.

Solo se han adelantado dos veces en Alemania Occidental, en 1972 y 1983, y una vez más tras la reunificación en 1990. El ex canciller Gerhard Schroeder, de la misma tendencia política que Scholz, también provocó elecciones anticipo en 2005, pero perdió frente a Angela Merkel, quien gobernó durante 16 años.

La imagen que han proyectado Scholz y sus ministros en las últimas semanas ha sido la de un gobierno disfuncional.

Se han celebrado reuniones paralelas con grupos industriales y representantes laborales, y se han publicado documentos de políticas contradictorias que parecen más manifiestos de campaña que propuestas de gobierno.

Esta inestabilidad ocurre en medio de un contexto internacional complejo.

La reelección reciente de Donald Trump en Estados Unidos ha generado preocupaciones sobre una posible nueva guerra comercial transatlántica, y ha forzado una reevaluación de las relaciones defensivas entre Europa y Washington.

Además, la economía alemana enfrenta una preocupante falta de crecimiento, con el sector manufacturero sufriendo una prolongada recesión.

Scholz, en declaraciones poco comunes, ha manifestado su frustración, diciendo: "Demasiadas veces, los compromisos necesarios se han ahogado en disputas escenificadas públicamente y en demandas ideológicas ruidosas". Además, ha criticado a Lindner, insinuando que su enfoque hacia la supervivencia a corto plazo de su partido es "completamente incomprensible".

Tras el anuncio de Scholz, el euro experimentó una ligera caída, aunque su impacto es menor en comparación con las pérdidas anteriores atribuidas a la victoria de Trump.

En la actualidad, la alianza conservadora CDU/CSU, liderada por Friedrich Merz, está a la cabeza en las encuestas de opinión, con más del 30% de los votos.

Esto las colocaría en una posición privilegiada para ganar una elección anticipada, lo que les permitiría recuperar el poder que perdieron ante el SPD de Scholz hace tres años.

La situación actual evidencia no solo la inestabilidad política, sino también los retos económicos que enfrenta Alemania en un contexto global cambiante, lo que podría cambiar la trayectoria política del país en los próximos meses.