El Ayuntamiento de La Coruña ha aprobado una nueva ordenanza de movilidad sostenible que unifica y moderniza las normas existentes, priorizando a los peatones y promoviendo el uso de vehículos ecológicos en la ciudad. La medida forma parte de un proceso de renovación de infraestructuras y cambios en el transporte urbano, en línea con la legislación europea y las tendencias globales hacia ciudades más sostenibles.

Imagen relacionada de nuevo marco regulador movilidad sostenible la coruna

La ciudad de La Coruña, en Galicia, avanza hacia un modelo de movilidad más sostenible y ordenado mediante la aprobación de una nueva ordenanza que regula diversos aspectos del desplazamiento urbano.

La alcaldesa Inés Rey anunció hoy que el Ayuntamiento ha dado luz verde al proyecto, que busca consolidar un marco normativo integral, eliminando reglamentos dispersos que, en algunos casos, datan del año 2000.

Esta iniciativa surge en un momento en el que La Coruña está experimentando una transformación significativa en su infraestructura urbana y en los sistemas de transporte.

Se están construyendo conexiones intermodales, se ha abierto progresivamente la fachada marítima y se ha desplazado parte de la actividad portuaria hacia Punta Langosteira, todo ello con el objetivo de mejorar la movilidad y la calidad de vida de sus habitantes.

Uno de los pilares de la nueva ordenanza es priorizar a los peatones y promover una convivencia armoniosa entre los diferentes modos de desplazamiento, en línea con las directrices de la Unión Europea para la movilidad urbana sostenible.

La normativa establece una jerarquía clara en el uso de espacios públicos: primero, los desplazamientos a pie; en segundo lugar, la movilidad suave, como las bicicletas y los vehículos de movilidad personal (VMP); y, en tercer lugar, el transporte público y los vehículos motorizados privados.

En el ámbito de las bicicletas, la ordenanza introduce varias medidas para su uso seguro y convencional. Será obligatorio que los menores de 16 años lleven casco y que no utilicen auriculares mientras circulan. Además, las bicicletas podrán transitar por los carriles bici, las beirarrúas bici o la calzada, pero no por las zonas peatonales, especialmente en las calles destinadas exclusivamente a peatones y en las áreas residenciales más concurridas.

Respecto a los VMP, la normativa establece que la edad mínima para conducirlos será de 16 años. También será obligatorio el uso de casco y prohíbe su circulación por zonas peatonales y beirarrúas, exceptuando las calles destinadas específicamente a ellos, y siempre que se circule por la calzada o carriles bici.

Otra novedad importante es la apuesta por un transporte público que utilice energías no contaminantes, en línea con los compromisos de reducir las emisiones.

La ordenanza refuerza la implementación de medidas para mejorar la accesibilidad en paradas de autobús y en otros medios de transporte, incluyendo en barrios como Castrillón, Labañou, Os Mallos, Monte Alto y Os Rosales.

Asimismo, el documento regula las actividades de distribución de mercancías, promoviendo el uso de vehículos ligeros y menos contaminantes para la última milla.

El ayuntamiento podrá establecer centros de distribución urbana y reservar espacios en mercados, centros cívicos y aparcamientos públicos para facilitar entregas de comercio electrónico, con incentivos para vehículos ecológicos.

En cuanto a las Zonas de Baja Emisión (ZBE), la ordenanza mantiene las restricciones vigentes, extendiendo las ventajas a los vehículos autorizados, emergencias, transporte público y residentes.

Además, contempla la ampliación de horarios para vehículos de carga en dichas áreas.

El documento también regula la normativa de la zona ORA, permitiendo, en ciertas situaciones, horarios adicionales y exenciones en el pago de estacionamiento para residentes y vehículos destinados a personas con movilidad reducida.

Por último, la ordenanza establece que todos los aparcamientos municipales, tanto existentes como futuros, deberán contar con al menos un punto de recarga eléctrica por cada 40 plazas, promoviendo así la transición hacia una movilidad eléctrica y respetuosa con el medio ambiente.

Con estas medidas, La Coruña continúa avanzando en su compromiso por convertirse en una ciudad más sostenible, eficiente y segura para todos sus habitantes, alineándose con las políticas europeas y tendencias internacionales en movilidad urbana.