Joelle Bader, una prometedora jugadora de fútbol de 16 años, entrena en la academia de élite de los Vancouver Whitecaps, soñando con un futuro en el fútbol profesional.
Joelle Bader, una destacada jugadora de fútbol de sólo 16 años originaria de la Isla del Príncipe Eduardo, está haciendo olas en la academia de élite de los Vancouver Whitecaps FC. En este momento, Bader se encuentra en su primera temporada con el equipo, donde tiene la oportunidad de entrenar con algunas de las mejores jugadoras jóvenes del país, una experiencia que describe como transformadora y enriquecedora.
Regresando a su hogar en P.E.I. durante las vacaciones, Bader expresó su emoción al poder entrenar en el B.C. Place, un estadio con una capacidad de 54,500 asientos que es sede tanto de los Vancouver Whitecaps de la Major League Soccer como de los B.C. Lions de la Canadian Football League.
"Es increíble ver las posibilidades que tiene el deporte femenino, y cómo está creciendo", comentó Bader, quien está ansiosa por continuar su desarrollo en el fútbol.
Desde pequeña, Joelle ha soñado con jugar algún día para el equipo nacional femenino de Canadá; ser profesional es su mayor ambición.
"El único objetivo que quisiera lograr es no arrepentirme de nada, sabiendo que trabajé tan duro como pude para ser la mejor versión de mí misma", afirmó.
El camino de Bader hacia el éxito comenzó a notarse desde la primera vez que la entrenadora Janos Barna la observó, cuando ella tenía solo 12 años.
"Podías ver que era una jugadora especial desde el primer momento.
Estaba sorprendida de su habilidad para manipular el balón y su capacidad para eludir a otros jugadores", recordó Barna.
Lo que distingue a Bader no es solo su talento natural, sino también su dedicación al deporte.
En numerosas ocasiones, ella solicitó llevarse los balones del equipo a casa después de cada práctica para poder seguir entrenando.
"Un día, la vi en el campo de Simmons a las 6:30 de la mañana, practicando tiros libres antes de ir a la escuela.
Todo esto es parte de lo que la hace destacar", comentó Barna.
Esta ética de trabajo ha sido una piedra angular en el desarrollo de su carrera deportiva, haciendo de Bader un modelo a seguir para otros jóvenes de la isla.
Bader está actualmente en 11º grado y está enfocada no solo en su pasión por el fútbol, sino también en mantener un equilibrio con sus estudios.
"Me estoy mejorando todos los días", dijo, enfatizando la importancia de la excelencia personal y el crecimiento continuo.
A medida que se acerca el final de las vacaciones, Joelle está ansiosa por regresar a Vancouver y continuar su camino en la academia.
Con metas ambiciosas y un firme compromiso, ella se esfuerza por dejar su huella en el mundo del fútbol, deseando inspirar a otros jóvenes a seguir sus propios sueños en el deporte.
La historia de Joelle Bader es un ejemplo claro de cómo el trabajo duro y la dedicación pueden llevar a grandes oportunidades en el deporte.
Con su talento y determinación, se está consolidando como una de las futuras estrellas del fútbol canadiense.