Bev Priestman, entrenadora del equipo nacional femenino de Canadá, habla sobre su difícil año 2023 y su preparación para los Juegos Olímpicos de París 2024.

La entrenadora del equipo nacional femenino de Canadá, Bev Priestman, está lista para defender el título olímpico en París tras una temporada complicada en el Mundial de Australia 2023. Luego de alcanzar el mejor momento en la historia del fútbol canadiense, Priestman enfrentó lo que ella describe como su punto más bajo profesional.

A sus 38 años, Priestman busca inspirar un nuevo y positivo capítulo en su carrera en París 2024.

En una mañana lluviosa de domingo en Toronto, Bev Priestman entra en la habitación de un hotel del centro de la ciudad.

A pesar de su pequeña estatura, la entrenadora del equipo nacional de fútbol femenino de Canadá irradia confianza.

Con una gran sonrisa y ojos brillantes, se sienta para la entrevista con comodidad y seguridad.

Es enfática y suele usar las manos para enfatizar sus puntos al hablar.

Priestman, quien tomó el cargo del equipo senior en noviembre de 2020, reconoce que el 2023 fue un año tumultuoso, con desafíos y obstáculos inesperados.

A pesar de haber alcanzado la gloria en los Juegos Olímpicos de Tokyo, el Mundial de Australia representó su punto más bajo en la carrera.

A pesar de todo, Priestman ve el futuro con optimismo y valentía, utilizando las lecciones aprendidas en sus batallas en el campo y fuera de él para guiar a su equipo hacia el éxito en París.

La honestidad y la valentía de Priestman, combinadas con su profundo compromiso con sus jugadoras, la convierten en una figura inspiradora en el mundo del fútbol femenino.

Su determinación por superar los desafíos y alcanzar nuevas metas la posicionan como una líder destacada en el deporte canadiense y un ejemplo para entrenadores de todo el mundo.

Con su mirada puesta en el futuro, Priestman se prepara para escribir un nuevo capítulo en su carrera, en busca de más éxitos y logros para el fútbol femenino de Canadá.