Evelyne Viens y Holly Ward lideraron la victoria de Canadá sobre Haití en un amistoso internacional que se disputó en Montreal, en medio de un ambiente cargado de pasión y diversidad cultural. El encuentro atrajo a más de 18.000 espectadores, muchos de ellos de la comunidad haitiana, en un escenario que reflejó las tensiones y la historia del fútbol en la región.

El pasado martes, en el Stade Saputo de Montreal, se vivió un encuentro de fútbol femenino que quedó marcado por la intensidad del juego y el fervor de una afición que, en su mayoría, apoyaba a Haití.
Canadá, anfitriona del partido, logró imponerse con un marcador final de 3-1, en un duelo que sirvió para fortalecer el vínculo entre ambas naciones a través del deporte.
Evelyne Viens, una de las figuras del equipo canadiense, anotó dos goles en la primera parte, impulsando la ventaja de su selección. Viens, de 28 años, originaria de L'Ancienne-Lorette, Quebec, destacó no solo por su capacidad goleadora sino por liderar con entusiasmo la ofensiva en un escenario que, aunque era considerado local para Canadá, en realidad parecía un campo neutral debido a la gran presencia de la comunidad haitiana en las gradas.
El público, compuesto en su mayoría por aficionados haitianos vestidos con los colores de su país —azul, rojo y blanco—, se convirtió en el principal protagonista del ambiente.
La tensión se sintió desde el inicio, y el momento culminante ocurrió cuando la capitana haitiana, Melchie Dumornay, convirtió un penal en la última jugada de la primera mitad, lo que provocó una explosión de júbilo en las gradas.
Para Haití, este partido fue mucho más que un simple amistoso. Desde hace años, la selección femenina haitiana no puede entrenar en su propio país debido a problemas de seguridad. La crisis política y social en Haití, junto a la inseguridad, obligó a la federación a cerrar su centro de entrenamiento en su territorio, lo que ha limitado seriamente la participación del equipo en competencias internacionales.
Los organizadores del encuentro en Montreal tuvieron claro el simbolismo del partido. Para los futbolistas haitianos, jugar en suelo canadiense fue una forma de mantener vivo el espíritu del fútbol y de demostrar su talento pese a las adversidades.
La deportista Melchie Dumornay —quien actualmente brilla en el Olympique Lyon de Francia— comentó con entusiasmo: “Sabemos que en Montreal tenemos un poco de ventaja porque hay muchos haitianos aquí.
Eso nos motiva a dar lo mejor de nosotras”.
El juego también incluyó momentos dramáticos; en el minuto 7, la jugadora canadiense Olivia Smith fue retirada en camilla tras recibir un golpe en la cara tras una jugada en el área, lo que generó preocupación sobre una posible conmoción cerebral.
Matheson espera que la Copa del Mundo eleve aún más el perfil del juego femenino y estimule la nueva liga canadiense
Diana Matheson, una veterana de cuatro Copas del Mundo, espera que la atención en el torneo de 2023 ayude a impulsar la liga profesional femenina canadiense que su grupo Project 8 está formando. Matheson espera que la Copa del Mundo atraiga más atención al fútbol femenino y beneficie a la liga en desarrollo. El torneo de la Copa del Mundo se llevará a cabo en Australia y Nueva Zelanda desde el 20 de julio hasta el 20 de agosto.La entrenadora Casey Stoney expresó que la joven será evaluada en profundidad para descartar lesiones serias.
La incorporación de nuevas jugadoras fue clave en el desempeño del equipo canadiense. La defensora Zara Chavoshi hizo su debut en la selección mayor, mientras que Holly Ward, de solo 21 años, anotó su primer gol con la camiseta nacional, en un momento que emocionó a toda la plantilla.
Ward, quien milita en el club Rise FC en la Liga Norteamericana, se mostró feliz: “Es un sueño hecho realidad, marcar en mi primera convocatoria con Canadá es algo que nunca olvidaré”.
El encuentro sirvió también para conmemorar a la jugadora Desiree Scott, quien jugó su último partido internacional en Winnipeg, en un homenaje que la Asociación Nacional de Fútbol felicitó por su trayectoria.
Canadá mantiene un récord invicto de 5 victorias en sus enfrentamientos contra Haití, mostrando la superioridad de su equipo en los enfrentamientos recientes.
En la segunda mitad, Haití empezó a tomar más protagonismo, controlando más la pelota y generando riesgo en varias ocasiones. Sin embargo, la ajustada defensa canadiense supo responder a las oportunidades de Dumornay y sus compañeras. La portera Sabrina D'Angelo fue protagonista al realizar una atajada espectacular en el minuto 90, evitando que Haití acortara distancias.
El ambiente en Montreal fue una muestra clara de cómo el fútbol puede unir culturas y comunidades. Los hinchas haitianos, que llegaron en gran número, corearon el nombre de su capitana en los momentos finales, demostrando la fuerza de su presencia en la escena deportiva local.
Este partido reflejó también la historia de lucha y esperanza de Haití, cuya selección femenina sigue representando la resiliencia del país y su gente.
En definitiva, fue una jornada de emociones, de celebraciones y de reivindicaciones deportivas para ambas naciones, dejando una clara muestra del potencial del fútbol femenino en América del Norte y del impacto que tiene en los corazones de quienes lo viven desde el territorio o desde la distancia.