Un tragedia en el Congo, donde un naufragio ha dejado 25 muertos, muchos de ellos jugadores de fútbol, en un incidente atribuido a la mala visibilidad nocturna.

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Un trágico suceso tuvo lugar el pasado domingo en el suroeste de la República Democrática del Congo, cuando un barco se hundió en el río Kwa, cobrando la vida de 25 personas, entre las que se encontraban varios futbolistas.

Según informaron las autoridades este lunes, los jugadores regresaban a casa tras haber disputado un partido en la ciudad de Mushie, ubicada en la provincia de Mai-Ndombe.

El portavoz provincial, Alexis Mputu, indicó que la visibilidad deficiente durante la noche podría haber sido un factor determinante en este lamentable accidente.

La tragedia ocurrió en un momento en el que el barco, que estaba sobrecargado, perdió estabilidad y terminó volcando, dejando a muchos pasajeros atrapados en el agua.

Hasta el momento, se ha confirmado que al menos 30 personas lograron sobrevivir al naufragio, según declaraciones de Renacle Kwatiba, el administrador local del territorio de Mushie.

Este incidente ha revivido la preocupación sobre las condiciones de seguridad en el transporte fluvial de la nación africana, donde los accidentes marítimos son comunes.

Se ha reportado que los ríos de Congo representan un medio vital de transporte para más de 100 millones de personas, especialmente en áreas remotas donde las infraestructuras son deficientes o inexistentes.

Sin embargo, la falta de normas estrictas y la sobrecarga de las embarcaciones son factores que han aumentado el riesgo de naufragios en la región. En los últimos años, centenares de personas han muerto en accidentes similares, impulsados por la necesidad de viajes nocturnos y la búsqueda de formas de transporte más rápidas que las deterioradas carreteras.

A lo largo de la historia, el sistema de transporte en Congo ha enfrentado múltiples desafíos. En 2010, un naufragio similar resultó en la muerte de más de 70 personas en el río Congo. Sin embargo, pese a las reiteradas tragedias, las autoridades han tenido dificultades para implementar regulaciones efectivas que garanticen la seguridad en las vías fluviales del país.

Esta última tragedia no solo ha dejado un profundo dolor en las familias de las víctimas, sino que también ha resaltado la urgencia de abordar la crisis de transporte en la nación.

La comunidad futbolística ha expresado su pesar por la pérdida de tantos compatriotas que buscaban seguir sus sueños en el deporte. Este incidente ha sido caracterizado como una de las mayores tragedias que ha golpeado al deporte local en los últimos años, dejando a muchos en un estado de duelo.

Las autoridades locales han prometido investigar el suceso para determinar las causas exactas y evitar que tragedias similares se repitan en el futuro.