El consejero de Vivienda y Agenda Urbana convoca una reunión para revitalizar el pacto por la vivienda en Euskadi.
En Euskadi, el consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, ha anunciado hoy en Euskadi Irratia que ha convocado una reunión del Pacto Social por la Vivienda de Euskadi para el próximo miércoles, en un acto presidido por el Lehendakari, Imanol Pradales.
Itxaso ha afirmado que quieren darle un impulso a este pacto porque el tema de la vivienda no es responsabilidad exclusiva de los poderes públicos.
Según sus palabras, se deben implementar medidas diferentes entre todos los agentes involucrados, ya que se trata de un asunto complejo.
El pacto cuenta con la firma de 90 entidades del sector público, privado y social.
El consejero ha destacado que el problema de la vivienda no es exclusivo de Euskadi, sino que se presenta en las principales metrópolis europeas y del mundo, donde todas las capitales se encuentran bajo presión.
La situación actual ha sido provocada por el mercado, el turismo y otros factores.
Ampliación del programa Mi Primera Vivienda en Madrid
La Comunidad de Madrid ha ampliado el programa Mi Primera Vivienda incorporando cuatro nuevas entidades financieras a las tres ya existentes, lo que facilitará a los jóvenes menores de 35 años acceder a la compra de un piso con una hipoteca de hasta el 95% del valor. Descubre más detallesItxaso ha admitido que no pueden hacer milagros, pero ha expresado su esperanza de ver grandes cambios en este tema.
Ha abogado por una mayor capacidad presupuestaria y por usar la herramienta de la fiscalidad, a través de la reforma fiscal que están llevando a cabo las diputaciones forales, para abordar este desafío.
Desde el Gobierno Vasco, el Departamento de Vivienda tiene como objetivo salir al mercado para adquirir viviendas y ampliar el parque público lo más rápidamente posible.
El precio medio de un alquiler en Euskadi es de unos 900 euros mensuales para un piso de tres habitaciones.
Esto supone un aumento del 10% con respecto al año anterior, lo que ha llevado a muchas familias a tener dificultades para acceder a una vivienda digna.
Se estima que cerca de un 30% de la población vasca destina más del 40% de sus ingresos al pago de la vivienda, lo que supone una situación de precariedad habitacional en la región.