El Ayuntamiento y el Gobierno Vasco refuerzan su colaboración para aliviar la escasez y el encarecimiento de la vivienda en San Sebastián mediante nuevas políticas y la declaratoria de zona tensionada.

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En la ciudad de San Sebastián, situada en el País Vasco, las autoridades han logrado un consenso significativo para abordar la problemática de la vivienda, uno de los mayores desafíos sociales en la actualidad.

El consejero de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco, Denis Itxaso, resaltó durante una reciente reunión con el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, que existe un acuerdo unánime para potenciar las políticas destinadas a mejorar el acceso a viviendas protegidas y asequibles en la localidad.

San Sebastián, conocida por su belleza natural y su patrimonio cultural, ha estado enfrentando una creciente tensión en su mercado residencial, impulsada por la escasez de suelo disponible y una demanda cada vez mayor, especialmente entre las clases medias y jóvenes.

La crisis ha provocado que los precios de la vivienda en la ciudad sean, en promedio, alrededor de 6.250 euros por metro cuadrado, lo que representa aproximadamente 5.445 euros por metro cuadrado en euros (€1 = 0,87 €). En cuanto al alquiler, los contratos firmados en 2023 reflejaron una media cercana a los 1.495 euros mensuales, evidenciando un incremento del 13,6% en comparación con hace cinco años.

Estas cifras sitúan a San Sebastián entre las ciudades con los precios más elevados de vivienda en el Estado español y europeo. La carga de los gastos de alquiler, incluyendo servicios básicos, supera el 30% de los ingresos disponibles de los residentes, un porcentaje que contribuye a la percepción de la ciudad como una zona de mercado tensionado.

El ayuntamiento ha detectado que cerca del 20% del parque inmobiliario, compuesto por aproximadamente 95.000 viviendas con una antigüedad media de 53 años, carece de instalaciones básicas como ascensor. Además, unas 2.109 viviendas permanecen vacías, cerca del 2,2% del total, y unas 1.395 están destinadas a uso turístico, principalmente en el centro histórico y en barrios como Gros, reduciendo aún más la disponibilidad de viviendas para residentes.

Para responder a esta situación, en el último mes, San Sebastián fue declarada oficialmente zona de mercado residencial tensionado por el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco.

La noticia aún está en proceso de publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), prevista para el próximo mes de julio. Esta declaración es la primera en el País Vasco y tendrá una duración inicial de tres años. Permitirá la implementación de medidas públicas específicas para corregir disfunciones del mercado, como el control de alquileres, incentivos para la construcción de vivienda social y promociones destinadas a ampliar la oferta.

El acto de presentación oficial de esta declaración se realizó en el Ayuntamiento con la participación del alcalde Goia y el consejero Itxaso, quienes reafirmaron su compromiso de colaboración institucional.

Ambos destacaron que la finalidad es frenar los aumentos de precios y estabilizar el mercado, además de promover una oferta diversificada de viviendas públicas y protegidas.

Itxaso explicó que se planea activar el potencial de las zonas tensionadas, incluyendo la cesión de suelos municipales para la construcción de nuevas viviendas.

Se prevé la edificación de más de 1.350 unidades en diferentes puntos de la ciudad, como Ciudad Jardín, Riberas de Loiola, Txomin Enea, Morlans, Playa de Vías y Campos Elíseos-Martutene.

Entre estos proyectos, destacan la construcción de 400 viviendas en Txomin Enea II y 500 en Playa de Vías, los cuales contribuirán a aliviar la demanda a corto y medio plazo.

Por su parte, el alcalde Goia subrayó la importancia de ampliar las promociones de vivienda pública, actualmente en marcha en barrios como Ańorga y Ciudad Jardín, donde ya se están desarrollando aproximadamente 1.200 viviendas en diferentes fases. Además, la colaboración con el Gobierno Vasco ha permitido desbloquear futuros proyectos en terrenos de los antiguos Cuarteles de Loiola y en torno a la futura fase de Txomin Enea, que permitirá la construcción de entre 1.500 y 1.700 viviendas más.

Desde una perspectiva histórica, la ciudad de San Sebastián ha tenido una evolución urbanística marcada por su vocación turística y cultural, que en las últimas décadas ha provocado una presión adicional en el mercado de viviendas, encareciendo los precios y reduciendo la accesibilidad.

La iniciativa del consistorio y el Gobierno Vasco busca revertir estos efectos mediante políticas de regeneración urbana y estímulos a la vivienda social.

El plan estratégico del Ayuntamiento contempla cuatro ejes principales: fomentar el alquiler asequible, rehabilitar edificaciones antiguas, ampliar el parque de ayuda al alquiler —como el programa Gaztelagun, destinado a jóvenes menores de 36 años— y fortalecer la coordinación institucional a través de Etxegintza, la oficina de apoyo en materia de vivienda.

Hasta la fecha, se han gestionado ayudas por valor de aproximadamente 2,55 millones de euros y se mantiene activo un stock de viviendas en alquiler social y protección.

En suma, las medidas adoptadas reflejan un esfuerzo coordinado para reconducir la situación de vulnerabilidad habitacional en San Sebastián, garantizando soluciones que eviten la exclusión social y promuevan un acceso más justo a la vivienda.

Con esta hoja de ruta y la declaración de zona tensionada, la ciudad apunta a consolidar un mercado inmobiliario más equilibrado y accesible en los próximos años, comprometiéndose a priorizar el derecho a un hogar digno para toda su ciudadanía.