Un análisis del acceso a la vivienda asequible en Europa revela la creciente crisis que enfrentan muchas familias, con un llamado a reactivar políticas públicas en Euskadi y más allá.

El acceso a una vivienda asequible se ha convertido en uno de los mayores retos en Europa, según un reciente informe publicado por el Observatorio Vasco de la Vivienda.

Mario Yoldi, director de Planificación y Procesos Operativos de Vivienda del Gobierno Vasco, ha señalado que "la crisis de acceso a la vivienda no es solo un problema que afecta a España, sino que es una cuestión extendida por todo el continente europeo, afectando especialmente a países del sur como Grecia, Italia y Portugal".

El informe destaca que el 30,6% de los hogares en España que están alquilando a precios de mercado destinan más del 40% de sus ingresos a cubrir los costos de la vivienda, cifra que excede considerablemente el 20,6% que es el promedio en la Unión Europea (UE). Esta situación indica un fuerte estrés en el mercado del alquiler y la insuficiencia de ofertas de viviendas que sean realmente asequibles.

A pesar de que indicadores macroeconómicos, como el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en España, han mostrado resultados positivos - con un aumento del 2,1% en 2023 - la realidad para muchas familias sigue siendo preocupante.

La inflación ha disminuido, pasando del 10,4% en 2022 al 3,4% en 2023, pero el efecto acumulativo de estos cambios ha reducido el poder adquisitivo de los hogares, especialmente en lo que respecta a los gastos de vivienda.

El viceconsejero de Vivienda, Miguel de los Toyos, ha subrayado que el aumento en los precios y los costos hipotecarios, impulsados por las subidas del Euribor durante el pasado año, han elevado la carga financiera para quienes buscan adquirir o alquilar un hogar.

La situación ha sido exacerbada por la disminución gradual de las políticas públicas de vivienda en varios países europeos.

Estas políticas habían previamente ayudado a equilibrar la oferta y la demanda, pero su falta ha permitido que el sector privado dicte los precios de la vivienda, convirtiéndola en un activo financiero en lugar de un derecho fundamental.

Las cifras son alarmantes, y el problema particularmente evidente en los países del sur de Europa.

Muchos hogares dedican una parte significativa de sus ingresos a la vivienda, y la escasez de ofertas adecuadas ha llevado a que las familias se enfrenten a graves dificultades para encontrar un lugar donde vivir.

Esto es especialmente preocupante para las clases medias y bajas, quienes rutinariamente se ven obligadas a renunciar a una vivienda apropiada debido a la falta de opciones disponibles.

El informe hace un llamado urgente a la reactivación de políticas públicas de vivienda en la UE, con el fin de aumentar la oferta de viviendas asequibles y regular el mercado.

El viceconsejero de Vivienda sostiene que "es imperativo que consideremos la vivienda no como un privilegio, sino como un derecho humano fundamental". Asimismo, impulso a nombrar a Dan Jorgensen como nuevo Comisario de Vivienda y Energía refleja un esfuerzo por establecer un marco normativo que proteja a los grupos más vulnerables, garantizando así el acceso a una vivienda digna.

La historia ha demostrado que el acceso a una vivienda asequible es un aspecto esencial para el desarrollo socioeconómico en cualquier país.

La situación actual subraya la necesidad de acciones coordinadas, no solo en Euskadi, sino en toda Europa.

La vivienda no puede seguir siendo relegada a un activo especulativo; es vital para el bienestar y la cohesión social.

La reactivación de políticas efectivas de vivienda es más que una necesidad, es una obligación moral para garantizar que todas las personas puedan disfrutar de un hogar adecuado y digno.