En el día de ayer, la comunidad de Barakaldo se vio conmocionada por el trágico asesinato de una mujer, un suceso que ha desencadenado una fuerte reacción por parte del Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde.

La directora de esta institución, Miren Elgarresta, ha manifestado su profundo dolor y condena ante este acto de violencia, señalando que se trata de un problema que trasciende lo individual y refleja una realidad estructural de desigualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad.

Emakunde ha activado su protocolo de intervención en casos de violencia de género y hace un llamado a la ciudadanía al participar en la concentración programada para esta tarde por el Ayuntamiento de Barakaldo, donde se espera una amplia participación de vecinos y vecinas, así como de representantes de diferentes colectivos que abogan por la igualdad.

En este contexto, Elgarresta ha enfatizado la importancia de que la sociedad tome conciencia sobre la gravedad del machismo, que no solo convierte a algunos hombres en maltratadores, sino que también perpetúa un ciclo de violencia que afecta a las mujeres en diferentes ámbitos de sus vidas.

Históricamente, la violencia de género ha sido un problema persistente en España y en el resto del mundo.

Desde hace décadas, las organizaciones feministas han exigido cambios legislativos y culturales para abordar esta problemática.

El caso de Barakaldo resuena en un contexto donde cada semana se reportan asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, lo que revela una falta de avances significativos en la lucha contra la violencia machista.

Elkarresta ha instado a la población a reflexionar sobre cómo las relaciones de poder y las desigualdades de género influyen en este tipo de actos.

"La violencia machista no ocurre en un vacío.

Es un fenómeno que se alimenta de estructuras patriarcales que deben ser desmanteladas", ha declarado.

Además, ha señalado que promover la igualdad entre géneros es fundamental para prevenir futuros casos de violencia.

La concentración de hoy es un acto simbólico de rechazo y solidaridad hacia la víctima y su familia.

La convocatoria ha sido respaldada por numerosos colectivos sociales y políticos que luchan por erradicar la violencia de género.

Se espera que la comunidad se una en una manifestación pacífica, llevando carteles y mostrando su repulsa ante este trágico acontecimiento.

Emakunde concluye haciendo un llamado a todas las personas a ser actores activos en esta lucha, recordando que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de una sociedad más justa y libre de violencia.

La implicación de la ciudadanía es esencial para erradicar el machismo que permite que estos actos sucedan, pues en palabras de Elgarresta, "solo juntos podemos detener la violencia y avanzar hacia la igualdad".