El proyecto España Verde, financiado con fondos europeos, impulsa rutas de ecoturismo, observación de fauna y actividades culturales en Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi, promoviendo un turismo más respetuoso y auténtico en la región.

En el norte de España, específicamente en la región de la cornisa cantábrica, se ha lanzado un ambicioso proyecto que busca potenciar el turismo ecológico y responsable, mostrando la riqueza natural y cultural de Galicia, Asturias, Cantabria y Euskadi.
Este programa, conocido como España Verde, combina diferentes experiencias que van desde rutas interpretativas de senderismo y geoturismo, hasta la observación de especies autóctonas de flora y fauna, tanto en tierra como en mar.
España Verde es una iniciativa que busca posicionar a estas comunidades como referentes internacionales en turismo de naturaleza y experiencias auténticas.
La región cuenta con un patrimonio natural excepcional, que incluye 14 Reservas de la Biosfera de la UNESCO, más de 25 parques naturales, casi 3.200 kilómetros de costa y una amplia variedad de espacios protegidos. Además, la región dispone de aproximadamente 3.800 alojamientos rurales, perfectos para quienes buscan una experiencia de inmersión en la naturaleza.
Este programa piloto, financiado con cerca de 14 millones de euros provenientes de los fondos europeas Next Generation, tiene como objetivo promover un turismo más pausado, respetuoso con el entorno y con menor impacto ambiental.
La iniciativa fue presentada recientemente en Madrid, en el Museo Casa de la Moneda, ante un público compuesto por representantes de todas las comunidades implicadas y agentes turísticos del país.
Según Lara Martínez, viceconsejera de Turismo de Asturias y coordinadora del proyecto, la intención es fortalecer las economías rurales y ofrecer una alternativa sostenible frente al turismo masivo.
Martínez destacó que la región comparte un patrimonio natural y cultural incomparable, y subrayó que el objetivo principal es fomentar una forma de viajar que respete estos recursos, ayudando a la desestacionalización y a la distribución equilibrada de visitantes a lo largo del año.
El proyecto contempla la creación de un catálogo con más de 118 experiencias ecoturísticas, que ya están disponibles para reserva a través de la plataforma digital https://ingreenspain.es/reserva-ecoturista/. Entre las propuestas se incluyen rutas de senderismo guiadas, salidas para la observación de especies emblemáticas como el oso pardo cantábrico, así como actividades de avistamiento de aves, paseos nocturnos para observar estrellas y talleres de oficios tradicionales y artesanías.
El programa también impulsa prácticas como el enoturismo, la gastronomía local y actividades culturales relacionadas con la etnografía. Las experiencias varían desde escapadas de medio día hasta rutas que pueden extenderse por varias semanas, siempre con el propósito de mostrar la cara más salvaje y auténtica de la España Verde.
El apoyo gubernamental ha sido fundamental para este impulso, con una aportación de aproximadamente 13 millones de euros del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a través de la Secretaría de Estado de Turismo.
Esta financiación, enmarcada en la política de modernización del sector turístico, busca reforzar la oferta de experiencias que destaquen los valores históricos, culturales y naturales de la región.
España Verde aspira a consolidarse como una marca turística que proyecte una imagen respetuosa con el medio ambiente, promoviendo el ecoturismo y las actividades al aire libre.
Con una destacada biodiversidad y un clima que favorece la vida en sus diferentes ecosistemas, la región se posiciona como destino de referencia para quienes buscan un turismo consciente y en armonía con la naturaleza.
Desde una perspectiva histórica, la región ha sido un centro de representación cultural desde la Edad Media, con una tradición profundamente ligada a la pesca, la agricultura y los oficios tradicionales.
La recuperación y promoción de estas prácticas en el marco del turismo sostenible no solo conservan el patrimonio, sino que también aportan valor económico y social a las comunidades locales.
En definitiva, España Verde se presenta como un ejemplo de cómo la gestión responsable del patrimonio natural y cultural puede convertirse en un motor de desarrollo económico y en un modelo a seguir para otras regiones del mundo interesadas en el turismo sostenible y responsable.