Osakidetza ha realizado un total de 36 trasplantes renales cruzados desde 2013. Esta técnica innovadora permite reducir las listas de espera y maximizar la compatibilidad entre donantes y receptores.

El 13 de marzo, coincidiendo con el Día Mundial del Riñón, se destacó el trabajo de Osakidetza en el ámbito de los trasplantes renales cruzados en Euskadi, donde desde 2013 se han llevado a cabo un total de 36 intervenciones de este tipo.
Esta técnica, que se implementa en colaboración con otras comunidades autónomas, permite a los pacientes con insuficiencia renal crónica recibir un trasplante de un donante vivo, a menudo a través del intercambio de órganos entre parejas incompatibles.
Esto no solo aumenta las posibilidades de éxito en el trasplante, sino que también contribuye a la reducción de las listas de espera para recibir un riñón.
Durante el mes pasado, el Hospital Universitario de Cruces, designado como el centro de referencia para estos procedimientos en la región, realizó dos trasplantes renales cruzados múltiples.
Un aspecto rotundo en estas intervenciones fue que el donante inicial de la cadena no era un familiar o compañero del receptor, sino un donante altruista anónimo.
Este tipo de donación se caracteriza por la desinteresada intención de ayudar a otros sin recibir nada a cambio, impulsada por una fuerte motivación humanitaria.
La relevancia de los trasplantes cruzados se ha ido incrementando en los últimos años, destacando cómo esta metodología ha logrado descongestionar las listas de espera.
En esencia, permite que parejas que inicialmente no podrían donar a sus seres queridos puedan facilitar trasplantes al reevaluar la compatibilidad entre otros receptores y donantes.
Según cifras recientes, el porcentaje de trasplantes cruzados a nivel estatal ha ido subiendo progresivamente, pero estos aún representan solo alrededor del 12% de las intervenciones renales anuales en toda España.
El contexto de la enfermedad renal crónica en Euskadi presenta datos interesantes; en 2023, se reportaron 124 nuevos casos por millón de habitantes, lo que sitúa a la comunidad por debajo de la media estatal que es de 151 por millón.
En total, alrededor de 3.000 personas en Euskadi dependen de tratamientos de diálisis o trasplante renal para subsistir, y aproximadamente 1.000 pacientes están actualmente en tratamiento de diálisis.
Por otra parte, la tasa de donantes en Euskadi se encuentra en 52,7 por millón de habitantes, un índice notablemente superior a la media europeas que ronda los 21 donantes por millón.
Sin embargo, es relevante señalar que una gran porción de los donantes actuales supera los 60 años, lo que representa un reto en términos de disponibilidad de órganos adecuados.
El incremento en los trasplantes de donantes vivos es significativo, aunque la mayoría de los trasplantes continúan siendo de donantes fallecidos. En este contexto, la modalidad de Donación en Asistolia ha empezado a ganar fama, siendo responsable de aproximadamente el 50% de las donaciones de órganos realizadas en la comunidad.
En conclusión, los avances en el programa de trasplante renal cruzado en Euskadi muestran no solo la efectividad de esta técnica en la mejora de las tasas de trasplante, sino también el constante esfuerzo por parte de todos los profesionales de la salud para ofrecer la mejor atención posible a los pacientes que enfrentan la insuficiencia renal en la comunidad.