El Hospital Santa Marina en Euskadi se destaca por su compromiso con la sostenibilidad, logrando reducir su huella de CO2 a través de diversas acciones que le han valido un reconocimiento nacional.

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En el Hospital Santa Marina de Osakidetza, ubicado en la comunidad autónoma del País Vasco, se han implementado diversas medidas de eficiencia energética que han permitido una notable reducción de la huella de carbono.

A partir de 2023, el hospital ha logrado disminuir su huella de CO2 en un 38%, gracias a un conjunto de iniciativas sostenibles implementadas en sus instalaciones.

El hospital se asienta en un bosque propio que abarca 21 hectáreas, una área verde que contribuye a la captura de aproximadamente 105 toneladas de CO2 al año.

Este entorno natural no solo fomenta un paisaje saludable, sino que también juega un papel crucial en el cumplimiento de objetivos medioambientales más amplios.

Se espera que estas acciones vayan en línea con las metas establecidas por la Ley de Transición Energética y Cambio Climático de Euskadi, la cual busca conseguir cero emisiones netas para el año 2050.

Osakidetza, el servicio público de salud del País Vasco, ha demostrado su compromiso con la sostenibilidad a través de su plan estratégico 2023-2025. Este plan incluye la adopción de energías renovables y medidas de eficiencia que beneficiarán tanto a los pacientes como al personal médico.

Entre las acciones más destacadas se encuentran la compra de energía eléctrica verde, la utilización prioritaria de una caldera de biomasa y la modernización de la iluminación del hospital con tecnología LED.

El hospital también ha renovado su fachada con un aislamiento térmico exterior y ha instalado cargadores eléctricos para vehículos, a la vez que fomenta el uso de bicicletas y motocicletas mediante la reserva de espacios para su aparcamiento.


Estas iniciativas están acompañadas de programas de concienciación para el personal sanitario sobre la importancia de la sostenibilidad en sus prácticas diarias.

De cara al futuro, el Hospital Santa Marina tiene como objetivo alcanzar emisiones netas cero para 2035. Para ello, se planea la instalación de paneles solares fotovoltaicos y la reorganización de los circuitos de calefacción.

Estas medidas casi garantizan que el hospital pueda cumplir con sus metas medioambientales y seguir mejorando la calidad del servicio y bienestar de los pacientes y del equipo de trabajadores.

El reconocimiento a estas iniciativas ha sido destacado recientemente en los Premios Sanidad por el Clima, donde el hospital fue seleccionado entre los mejores del Estado.

La implementación de un sistema automatizado de control y gestión de la energía también ha jugado un papel fundamental.

Este sistema ajusta la producción de calor según la demanda y cuenta con sensores y contadores que permiten hacer un seguimiento constante del consumo energético.

La reducción en el consumo energético no solo mejora el confort térmico dentro del hospital, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad local, ya que disminuye la huella ambiental del centro de salud.

Estas acciones son un paso hacia un entorno más saludable y consciente de la necesidad de establecer prácticas sostenibles en todos los sectores, incluyendo el sanitario.