Representantes de Euskadi y La Rioja participaron en una jornada de reflexión para fortalecer la posición del sector del vino ante la creciente competencia internacional, cambios en los hábitos de consumo y desafíos económicos y políticos.

En una iniciativa que buscó analizar y definir los pasos a seguir para mejorar la competitividad del sector vitivinícola en Euskadi y La Rioja, diversas instituciones y expertos se congregaron en una jornada de reflexión celebrada en la localidad de Samaniego en 2025.
El encuentro contó con la participación de representantes de ambas comunidades autónomas, entre ellos la Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, y la Consejera de Agricultura de La Rioja, Noemi Manzanos, junto con líderes del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja.
La realidad global actual presenta un panorama complejo para las regiones productoras de vino, enfrentándose tanto a la creciente competencia de países emergentes, como a cambios en los hábitos de consumo que exigen mayor sostenibilidad, autenticidad y trazabilidad en los productos.
La jornada se centró en evaluar el estado actual del mercado y en plantear estrategias para reposicionar y fortalecer la marca Rioja, un referente mundial en calidad y tradición.
Desde hace décadas, el sector vitivinícola ha contribuido significativamente a la economía y cultura de Euskadi y La Rioja, pero en los últimos años ha experimentado fluctuaciones en el consumo, tanto a nivel internacional como interno.
Se estima que a nivel mundial, el consumo de vino ha visto un descenso aproximado del 10 % en la última década, influenciado por cambios en los estilos de vida, el auge de nuevas bebidas y las restricciones sanitarias.
Euskadi, en particular, ha apostado desde hace años por la calidad sobre la cantidad, con un viñedo envejecido: aproximadamente el 35 % de las parcelas de Rioja Alavesa tienen más de 45 años, lo que refleja una tradición centenaria arraigada en la región.
Durante el evento, diversos expertos en economía, marketing y producción vitivinícola destacaron la importancia de realizar un diagnóstico preciso del sector para definir acciones concretas.
Amaia Barredo subrayó que la innovación, la sostenibilidad y la participación activa de los jóvenes son claves para garantizar el futuro del vino vasco y de Rioja.
Además, resaltó que la colaboración entre administraciones públicas, bodegas y la comunidad en general es fundamental para afrontar los retos futuros.
El sector también enfrenta desafíos en torno a la relevo generacional. Datos recientes muestran que solo el 8 % de las explotaciones vitivinícolas en Rioja Alavesa cuenta con un relevo asegurado, situación que requiere medidas específicas para atraer a las nuevas generaciones.
Por ello, el Gobierno Vasco, en colaboración con la Diputación de Álava y el Consejo Regulador, han puesto en marcha planes de apoyo económico y líneas de ayudas que incluyen partidas superiores a 60 millones de euros, equivalentes a unos 57 millones de euros, para fortalecer la innovación, abrir nuevos mercados y mejorar la competitividad.
Entre las acciones destinadas a responder a los desafíos inmediatos, se destacan la apertura de nuevos mercados internacionales en regiones como Asia, África y Sudamérica, y la promoción del vino vasco en ferias y misiones comerciales.
Además, se han establecido medidas para garantizar la liquidez del sector, como créditos blandos y programas de apoyo a la cosecha en verde.
Por otra parte, en el largo plazo, se ha iniciado el proceso participativo del Proyecto ABIAN, que busca diseñar un plan de relanzamiento para Rioja Alavesa.
La iniciativa contempla la inclusión de diversas perspectivas, desde la ciudadanía y las empresas, hasta las administraciones públicas, con el fin de elaborar una hoja de ruta que garantice un desarrollo sostenible y equilibrado.
Este plan también abordará la protección del suelo agrícola, el fortalecimiento del liderazgo femenino, y la incorporación de la tecnología e innovación en las prácticas vitivinícolas.
La sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente y el apoyo a las comunidades rurales constituyen pilares fundamentales en la visión a futuro del sector.
En definitiva, tanto en Euskadi como en La Rioja, existe una clara voluntad de adaptar y modernizar sus sistemas productivos para mantener su posición mundial.
La tradición, combinada con la innovación y una visión estratégica, permitirá a estas regiones afrontar los retos y aprovechar las oportunidades que plantea el mercado global.
El sector vitivinícola en 2025 demuestra que su futuro dependerá de la colaboración, la sostenibilidad y la apuesta por una identidad que combina raíces profundas con la apertura a nuevas tendencias internacionales.