Sección de Memoria Democrática en Euskadi conmemora a los prisioneros fallecidos en el hospital de Gernika durante la Guerra Civil.
En un acto emotivo celebrado en Gernika, el director del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora, Alberto Alonso, participó en la conmemoración de las víctimas del antiguo Hospital Militar de Prisioneros de Guerra, que funcionó entre 1938 y 1940.
Este histórico edificio se ha designado oficialmente como "Lugar de Memoria" en un esfuerzo por recordar a las más de 269 personas que perdieron la vida dentro de sus muros, muchas de las cuales fallecieron sin que sus familias fueran informadas.
El evento, que tuvo lugar el 31 de enero de 2025, contó con la presencia de diversas familias de las víctimas, incluyendo a Begoña Fernández, hija de un prisionero que murió en el hospital.
Begoña compartió su experiencia, recordando la única vez que pudo visitar a su padre enfermo y lo desgastado que se encontraba. "Nos besó y, con lágrimas en los ojos, suplicó a mi madre: 'no las abandones'. Ese fue el último recuerdo que tengo de él", relató conmovedora.
Alberto Alonso destacó la importancia de no dejar que estas historias caigan en el olvido, subrayando que "hoy recordamos a un grupo de víctimas que fueron ignoradas a lo largo de la historia, parte de la tragedia de la Guerra Civil y de la represión posterior en Euskadi".
Subrayó la necesidad de que las nuevas generaciones conozcan estos episodios oscuros de la historia, enfatizando que deben construir su propia memoria colectiva a partir de ella.
"No podemos dejarles un relato lleno de silencios y medias verdades", advirtió.
El director de Gogora hizo hincapié en el trabajo de diversas asociaciones memorialistas que han contribuido a la investigación y la recopilación de los hechos históricos relacionados con estos prisioneros.
Durante la ceremonia, se presentó un panel informativo, así como una serie de trabajos documentales llevados a cabo por las asociaciones Gernikazarra y Pipergorri.
Este esfuerzo incluye la instalación del "Memorial 269", creado por el artista José Ibarrola en el cementerio de Zallo, en memoria de aquellos prisioneros fallecidos.
Cabe recordar que el Hospital Militar de Prisioneros funcionó en las instalaciones del antiguo Colegio de los Agustinos, y muchas de las muertes en este lugar fueron el resultado de enfermedades infecciosas, especialmente tuberculosis, en un contexto de guerra y adversidades.
Muchos familiares jamás fueron informados de la muerte de sus seres queridos, quienes fueron registrados como "desaparecidos" y cuyas circunstancias de fallecimiento quedaban en la penumbra.
El edificio en sí es un símbolo del sufrimiento interminable causado por la guerra. Tras su transformación en un centro educativo, el Instituto de Educación Secundaria de Gernika continúa llevando a cabo actividades para honrar la memoria de quienes padecieron en condiciones infrahumanas.
Este homenaje es una de las múltiples actividades que se han realizado recientemente para dignificar la memoria de las víctimas de la guerra y despertar una conciencia social sobre la importancia de recordar el pasado, asegurando que tales atrocidades no se repitan en el futuro.