Las labores de exhumación en el Cementerio de Amorebieta-Etxano concluyen tras recuperar y analizar los restos de 127 personas, con varias identificaciones y entregas a sus familiares, en un esfuerzo conjunto por esclarecer y honrar la memoria de las víctimas de la Guerra Civil española.

Con estas labores se pretende concluir la recuperación de los restos óseos en esa localización, tras un trabajo de campo que se ha extendido a lo largo de varias campañas anteriores.
Hasta la fecha, en las distintas campañas, se han recuperado los restos de 127 personas que desaparecieron durante la #Guerra Civil Española (1936-1939) en esta zona del norte peninsular.
De ese total, cuatro de las víctimas ya han sido identificadas y sus familiares han recibido los restos en recientes entregas. La labor de identificación continúa, apoyada en análisis genéticos y el cotejo con documentación histórica y familiar.
Este proceso forma parte de un compromiso mayor con la memoria y la justicia, debido a que el conflicto dejó miles de desaparecidos en toda España, muchas de las cuales permanecen aún sin identificar.
La labor en Amorebieta ha sido posible mediante la colaboración de diferentes organismos, incluyendo el laboratorio Biomics de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), el Archivo Histórico, la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Ayuntamiento local.
El 7 de julio de 2024 dio inicio la quinta fase de exhumaciones, que se extenderá toda la semana. Se ha previsto que, con esta campaña, se finalicen los trabajos en esa cementerio, restituyendo a las familias la posibilidad de cerrar ciclos y rendir homenaje a sus seres queridos.
Entre las víctimas identificadas se encuentran varias que combatieron en distintas frentes, en su mayoría en los alrededores de Amorebieta y Dima. Uno de los casos destacados es el de Adolfo Cengotitabengoa Izurza y Jaime Iñiguez Nieva, ambos milicianos del batallón Perezagua, quienes fallecieron el mismo día, el 7 de abril de 1937, en diferentes circunstancias.
Cengotitabengoa, de 31 años, murió en el frente de Barazar, mientras que Iñiguez, de 19 años, sucumbió en el hospital militar de Amorebieta-Etxano, tras ser trasladado herido.
Otra identificación relevante ha sido la de Enrique Contreras, natural de Linares y vecino de Aretxabaleta. Combatiente del batallón 'Sarasketa', adscrito a EAJ-PNV, falleció en combate en Dima el 6 de abril de 1937. La recuperación de sus restos fue posible gracias a muestras de ADN de su familia donadas en años anteriores, lo que facilitó su identificación mediante análisis genético.
La familia recibió sus restos en julio de 2024.
Asimismo, en noviembre de 2024, fue entregado a la familia de Benigno Hierro Pinedo, oriundo y vecino de Ortuella, quien murió en el frente de Barazar.
La colaboración de la 'Mesa de Memoria de Ortuella' y el trabajo de investigadores locales permitieron identificar y devolver sus restos, que estaban en el cementerio desde diciembre de 2023.
El programa de búsquedas y exhumaciones
El programa de búsquedas y exhumaciones, que cuenta con la colaboración de diferentes instituciones públicas y privadas, busca poner fin al drama de los desaparecidos, aportando datos históricos, permitiendo a las familias recuperar la identidad de sus seres queridos y promoviendo la memoria democrática.
Hasta ahora, 123 de los 127 restos recuperados están en proceso de identificación, y las familias de los desaparecidos aún pueden contactar con Gogora para colaborar en el proceso.
Este esfuerzo es parte de un compromiso más amplio con la #memoria histórica en España, país que sufrió una guerra civil marcada también por conflictos internos que aún dejan heridas abiertas.