Amaia Barredo, consejera del Gobierno Vasco, aboga por una revisión del estatus de protección del lobo tras los ataques reiterados a la ganadería, en el contexto de una reciente decisión de la UE.

En el País Vasco, la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, ha expresado su gran preocupación debido a la creciente problemática que representan los ataques de lobos en áreas montañosas, que están generando daños significativos y potencialmente irreparables en las explotaciones ganaderas.

Barredo ha solicitado a la ministra de Transición Ecológica y del Reto Demográfico, Sara Aagesen, la exclusión del lobo del Listado de Especies en Régimen de Protección Especial, que fue adoptado oficialmente en septiembre de 2021, para restablecer la situación de protección a la que estaba sujeta antes de esa fecha.

Esta no es la primera vez que el Gobierno Vasco plantea esta cuestión.

En junio de 2023, su predecesora en el cargo, Arantza Tapia, ya comunicó a la ministra de entonces, Teresa Ribera, una perspectiva similar.

En esta ocasión, Amaia Barredo ha reiterado su posición sin recibir respuesta del Ministerio.

En su comunicación, la consejera ha presentado un informe de alternativas de ordenación que concluye que la protección actual del lobo no es sólo innecesaria para la conservación de la especie, sino que podría resultar perjudicial a largo plazo.

Barredo también ha indicado que la situación adquiere una relevancia especial tras la reciente aprobación por parte del Comité Permanente de la Convención de Berna de la propuesta de la Unión Europea para reducir el nivel de protección del lobo, que pasaría de ser considerado una especie 'estrictamente protegida' a una 'simple especie protegida'. Este cambio de estatus significa que se abrirán las puertas a una gestión más flexible de las poblaciones de lobos.

La consejera ha enfatizado que el Gobierno Vasco no se opone a una lógica de protección del lobo, siempre que esta sea proporcional a la población real del animal y que esté acompañada de un enfoque ecológico en su hábitat natural, que en el caso del País Vasco es la zona norte del río Duero.

Este enfoque busca equilibrar la preservación de la especie con la necesidad de proteger las explotaciones ganaderas en la región.

Amaia Barredo ha solicitado que el Gobierno español actúe de manera proactiva y rápida para ajustar la protección del lobo, instando a que no sea el último en alinearse con la nueva realidad de protección que se necesita para salvaguardar la ganadería local.

Además, ha resaltado que se están produciendo ataques recurrentes de lobos a animales de granja, como mastines, ovejas, vacas y burros, resultando en heridas graves y muertes, lo cual demanda una urgente revisión de las políticas actuales.

En línea con el reciente ajuste en la protección del lobo por parte de las autoridades europeas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha afirmado que este es un paso necesario para crear un equilibrio entre la conservación de la vida silvestre y la protección de las economías rurales y agrícolas.

Las autoridades ven la reaparición de lobos como algo positivo para la biodiversidad, pero advierten que sus concentraciones en ciertas regiones deben gestionarse adecuadamente para proteger el ganado.

Con este trasfondo, tanto el Gobierno Vasco como otras comunidades autónomas están pidiendo un manejo más flexible y adaptado a las realidades locales, señalando que deben implementarse medidas de protección adecuadas para minimizar los daños a la ganadería, asegurando así la supervivencia de este sector crucial para la economía rural.