Líderes y representantes de la sociedad civil se reúnen en Gernika para abogar por el fin de las guerras y el respeto a la legalidad internacional, en memoria del bombardeo que tuvo lugar hace 88 años.

En Euskadi, la vicelehendakari primera, Ibone Bengoetxea, junto con la consejera María Jesús San José, participaron en un evento significativo organizado por la Organización de las Naciones Unidas en Gernika.
Este acto marcó el lanzamiento mundial de la campaña "Un grito por la paz, el fin de las guerras y el respeto a la legalidad internacional", auspiciada por la Alianza de Civilizaciones de la ONU (UNAOC).
La elección de Gernika para este evento no es casual, ya que se alinea con la conmemoración del 88º aniversario del bombardeo de esta localidad, un hecho trágico que ha quedado grabado en la memoria colectiva del pueblo vasco y que simboliza el sufrimiento por la guerra.
El evento tuvo lugar en el emblemático frontón Jai Alai de Gernika-Lumo y reunió a diversas personalidades, incluyendo líderes religiosos, defensores de derechos humanos y representantes de distintas sectores de la sociedad civil y el ámbito político.
En su intervención, Ibone Bengoetxea enfatizó el sufrimiento injusto que millones de personas padecen actualmente en todo el mundo. "Hoy, en muchas partes del planeta, miles de personas están sufriendo una violencia injusta. Es imperativo que enfrentemos la guerra y promovamos una cultura de paz y respeto a los derechos humanos", manifestó la vicelehendakari.
El bombardeo de Gernika, llevado a cabo el 26 de abril de 1937 durante la Guerra Civil Española, permanece como un símbolo de la devastación de los conflictos bélicos y un recordatorio de la necesidad de buscar soluciones pacíficas a los problemas que aquejan a la humanidad.
Este acto de barbarie, que resultó en la muerte de cientos de civiles, se ha convertido en un emblema de resistencia y ha inspirado a movimientos por los derechos humanos y la paz en todo el mundo.
Bengoetxea hizo referencia al árbol de Gernika, un símbolo de las libertades vascas, invocando a la unión de la Justicia y la Cultura con el objetivo de proclamar, de manera conjunta, el fin de todas las guerras.
Su llamado resonó con fuerza, invitando a todos los presentes a reflexionar sobre el compromiso necesario para promover la paz en un contexto global cada vez más convulso.
La Alianza de Civilizaciones de la ONU, formada en 2005, busca promover el diálogo y la cooperación entre culturas y civilizaciones para enfrentar los desafíos actuales de la globalización, la intolerancia y la violencia.
Este tipo de eventos son cruciales para generar consciencia y educar sobre la importancia de la paz y los derechos humanos en un mundo que muchas veces parece sumido en el conflicto.
Euskadi, desde su posición y su historia, sigue siendo un faro de esperanza en la lucha por la paz y la justicia social, recordándonos que el sufrimiento del pasado no debe ser olvidado, sino utilizado como una lección para construir un futuro más justo y pacífico.