La consejera de Justicia y Derechos Humanos de Euskadi, María Jesús San José, insiste en la importancia de recordar el pasado para construir una sociedad democrática sólida, durante los actos conmemorativos del bombardeo de Gernika.

Imagen relacionada de conmemoracion 88 aniversario bombardeo gernika

En Euskadi, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha tomado parte en los actos conmemorativos del 88 aniversario del bombardeo a Gernika, un evento trágico que tuvo lugar en 1937 durante la Guerra Civil Española.

En este acto, celebrado en la localidad vizcaína, San José destacó el valor de recordar los terribles acontecimientos del pasado para construir una sociedad democrática sólida y resiliente.

“Es esencial recordar aquello que no deseamos que se repita”, afirmó durante su intervención, haciendo eco del sentimiento de la población que sufrió en sus carnes las atrocidades de la guerra.

Este bombardeo, que se llevó a cabo el 26 de abril de 1937, es considerado uno de los episodios más atroces de la contienda, y simboliza el sufrimiento de miles de civiles en una época marcada por la represión y la violencia.

Junto a la Vicelehendakari primera, Ibone Bengoetxea, y otros representantes, San José participó en el evento llamado “Un grito por la paz, el fin de las guerras y el respeto a la legalidad internacional”, promovido por la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC).

Entre los asistentes también se encontraba Miguel Ángel Moratinos, Secretario General Adjunto de la ONU, y el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quienes se unieron a la causa en un esfuerzo por promover la paz y el entendimiento entre culturas.

San José evocó cómo Gernika y otros pueblos vascos, como Eibar, Durango e Irun, sufrieron en carne propia los horrores de la guerra. Más de 120 pueblos de la región fueron devastados, y las fuerzas fascistas utilizaron tácticas inhumanas para desmantelar cualquier oposición a su ideología totalitaria.

“La barbarie que sufrimos en aquellos tiempos se basaba en la eliminación física de todos aquellos que eran diferentes”, recordó, subrayando la necesidad de no olvidar esas lecciones.

La consejera hizo un llamado a la reflexión, especialmente en un momento en que resurgen discursos de odio y crecen las corrientes políticas que amenazan las bases de la democracia.

“Debemos mirar al pasado y alzar nuestra voz contra estas amenazas”, indicó, subrayando que la historia nos enseña que el totalitarismo solo conduce al sufrimiento y la división.

San José enfatizó que la conmemoración de estos eventos no es solo un acto de recuerdo, sino un esfuerzo activo por construir una memoria crítica que fomente la ciudadanía comprometida.

“Recordar es la mejor manera de honrar a todas las víctimas de violencia y barbarie”, expresó, añadiendo que cada conmemoración es un paso hacia una sociedad más justa y equitativa.

En este simbolismo, la consejera quiso rendir homenaje a todas las comunidades que enfrentaron el sufrimiento y la guerra, recordando que cada uno de ellos es una parte integral de nuestra historia colectiva.

La importancia de esta conmemoración radica en que no solo recordamos lo que fue, sino que también nos comprometemos a que no vuelva a suceder. La educación en la memoria histórica es fundamental para poder construir un futuro mejor, donde la paz y el respeto sean los pilares de la sociedad.