El Instituto Vasco de Consumo advierte sobre los peligros de los créditos rápidos y el sobreendeudamiento en Euskadi.

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En Euskadi, el Instituto Vasco de Consumo, conocido como Kontsumobide, ha hecho un llamado a la población para que eviten recurrir a los créditos rápidos, enfatizando la importancia de mantener una visión clara sobre el riesgo de sobreendeudamiento.

Con la llegada de fechas donde el consumo suele aumentar considerablemente, el instituto advierte que es fácil perder de vista la posibilidad de caer en deudas excesivas.

El Instituto señala que las cuotas mensuales acumuladas de diferentes créditos, que incluyen hipotecas y préstamos para vehículos, no deberían superar el 40 % de los ingresos mensuales.

Esta recomendación establece un límite que ayuda a los consumidores a manejar su presupuesto de manera más efectiva y a evitar situaciones financieras complicadas.

En caso de encontrar dificultades por sobreendeudamiento, Kontsumobide aconseja acudir a entidades bancarias confiables o intermediarias financieras reconocidas, que puedan facilitar un reagrupamiento de las deudas.

Es clave tener presente que, bajo ninguna circunstancia, se debe solicitar un préstamo para hacer frente a otro préstamo, ya que esto puede llevar a una espiral de deudas aún más peligrosa.

Los créditos rápidos, aunque generalmente ofrecen montos bajos, suelen estar asociados a tasas de interés elevadas, lo que puede resultar en un coste total muy alto para el consumidor.


Además, muchos de estos créditos son proporcionados por entidades financieras que no están sometidas a las mismas regulaciones y estándares de transparencia que los bancos tradicionales, lo cual aumenta aún más el riesgo para el prestatario.

Es vital que los consumidores sean cautelosos con respecto a compras que parecen fáciles de financiar, como nuevos teléfonos móviles, muebles, regalos o vacaciones.

Aunque estos gastos pueden parecer asequibles bajo un plan de financiación, es fundamental recordar que no son gratuitos y pueden tener consecuencias a largo plazo en la salud financiera del individuo.

Históricamente, la falta de educación financiera ha llevado a muchas personas a caer en círculos viciosos de deudas.

Según estudios, en muchas ocasiones la irracionalidad en el gasto aparece durante períodos festivos o de celebraciones, donde la presión social puede influir en las decisiones de compra.

Por lo tanto, es esencial tener en cuenta estas recomendaciones del Instituto Vasco de Consumo y actuar con responsabilidad al momento de gestionar las finanzas personales, especialmente en un contexto donde el gasto tiende a incrementarse.

La educación financiera, además de ser una herramienta importante para evitar el sobreendeudamiento, es un factor clave para alcanzar una estabilidad económica sostenible.