Hoy, en una significativa reunión celebrada en Bilbao, el consejero Mikel Jauregi se reunió con la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, para discutir la situación económica global y los desafíos que enfrenta Euskadi en el ámbito empresarial.

Esta cita resalta la importancia de la colaboración entre los sectores público y privado en un momento económico incierto.

Durante el encuentro, también estuvieron presentes Aitor Urzelai, director general del Grupo SPRI, y Eduardo Aretxaga, director general de Confebask, quienes aportaron su perspectiva sobre los obstáculos y las oportunidades que se presentan en el panorama económico actual.

Jauregi subrayó la relevancia de entender las dinámicas internacionales que afectan a la economía vasca, destacando que la globalización ha alterado el curso de muchas industrias y que es esencial adaptarse para fomentar la competitividad.

Euskadi ha sido tradicionalmente un motor industrial en España, con un fuerte enfoque en la innovación y la sostenibilidad, lo que le otorga ciertas ventajas.

Sin embargo, no se puede subestimar la presión que ejercen factores como las crisis energéticas, las tensiones comerciales, y la transformación digital.

Yagüe, por su parte, enfatizó la necesidad de una estrategia colectiva que involucre a todos los actores del ecosistema empresarial.

‘La unión es la clave para superar los retos’, afirmó. En este contexto, el papel de Confebask es primordial, pues representa a miles de empresas que requieren de herramientas adecuadas para adaptarse a las constantes variaciones del mercado.

Percepción de la juventud en Euskadi sobre la inmigración extranjera

A través de una encuesta online realizada por el Observatorio Vasco de la Juventud, se obtuvieron datos sobre la percepción de los jóvenes en Euskadi respecto a la inmigración extranjera. Estos datos muestran cambios en los últimos años y revelan opiniones divididas sobre la cantidad de personas extranjeras en la región.

Es significativo recordar que Euskadi, desde la década de 1980, se ha esforzado por diversificar su economía, pasando de una base industrial fuerte a un entorno más variado que incluye servicios y tecnología avanzada.

Esta transformación ha permitido al País Vasco mantenerse a flote durante diversas crisis económicas.

Con la llegada de la pandemia, por ejemplo, muchas empresas se vieron forzadas a reevaluar sus modelos de negocio y adoptar nuevas tecnologías.

El encuentro de hoy es parte de una serie de reuniones que buscan fomentar el diálogo y la cooperación entre el gobierno y el sector privado, en un intento de crear un futuro más resiliente para la región.

La capacidad de adaptación será, sin duda, un factor crucial para el éxito de las empresas vascas en los años venideros.

Euskadi tiene un alto potencial debido a su capital humano y su infraestructura, pero para maximizar este potencial, se necesita una estrategia clara y colaborativa.

Mientras que otros destinos compiten por atraer inversiones, es fundamental que la comunidad empresarial y el gobierno trabajen codo a codo.

Concluyendo la reunión, las partes acordaron realizar un seguimiento de los puntos discutidos en futuros encuentros, asegurando así que se mantenga el impulso hacia una Euskadi más competitiva y adaptada a los nuevos retos del siglo XXI.