Se inicia la construcción de 33 viviendas de protección oficial en Sopela utilizando un sistema de módulos prefabricados que reduce los tiempos de edificación.

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El Gobierno Vasco ha dado un paso significativo en la construcción de vivienda pública en Euskadi, con el inicio de una obra que consistirá en 33 nuevos apartamentos de protección oficial en alquiler en Sopela.

Este proyecto, que cuenta con un presupuesto estimado de 6,6 millones de euros (aproximadamente 5,5 millones de euros tras su conversión), se desarrollará mediante un sistema industrializado de módulos prefabricados, lo que permitirá agilizar notablemente los plazos de construcción.

El Consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, visitó el lugar de la nueva obra acompañado de la alcaldesa de Sopela, Guruzne Carrasson.

Itxaso enfatizó la importancia de este nuevo modelo constructivo, que no solo optimiza la eficiencia en el tiempo de edificación, sino que también facilita una colaboración efectiva con el Ayuntamiento para llevar a cabo "rebajas fiscales significativas, como la reducción del 95% del impuesto sobre construcciones". Esta estrategia busca hacer más viable la creación de viviendas protegidas, ayudando a abordar la creciente demanda de vivienda digna.

Guruzne Carrasson hizo hincapié en la necesidad de cubrir el déficit de vivienda pública en Sopela, aseverando que este proyecto es un paso necesario para ofrecer soluciones habitacionales a la juventud y a quienes requieren un hogar.

Este no es el primer esfuerzo del municipio; el año pasado, comenzaron las obras de 24 viviendas de protección pública también en régimen de alquiler, sumando un total de 57 nuevas unidades habitacionales en un periodo corto.

La edificación de las 33 nuevas viviendas se diseñará en un bloque lineal repartido en cuatro plantas, donde las primeras tres serán utilizadas para los apartamentos y la planta baja semisótano se destinará a acceso, estacionamiento y áreas técnicas.


Itxaso señaló que este diseño no solo respeta las normativas urbanísticas, sino que se integra armónicamente en el entorno.

El edificio, que se proyecta semienterrado en parte, minimizará el impacto visual en las viviendas cercanas.

Además, en la construcción se ha adoptado un enfoque ecológico, garantizando una amplia dotación de espacios verdes y una citada permeabilidad visual, lo que incrementará la seguridad en el área.

La metodología industrializada de construcción implica que los módulos se fabricarán en un taller y posteriormente se instalarán en el sitio, casi completados, permitiendo así reducir el tiempo total del proyecto.

Es importante destacar que esta obra marca un hito en la implementación del Análisis de Ciclo de Vida (ACV) en la evaluación de la sostenibilidad de proyectos de construcción en Euskadi.

Esta experiencia se enmarca dentro del Libro Blanco de la Vivienda Social Industrializada, que se prevé publicar en noviembre de 2024. Tal iniciativa busca servir de base para el desarrollo del Plan de Industrialización de Visesa y para fomentar la producción industrializada de viviendas, un paso esencial para satisfacer las necesidades habitacionales del territorio.

Euskadi ha estado trabajando en esta dirección desde hace años, buscando innovar y encontrar soluciones que respondan a la crisis de vivienda que enfrenta el territorio, asegurando así un futuro más accesible y sostenible para su población.