El Gobierno Vasco ha desactivado definitivamente el Plan de Protección Civil, tras la recuperación del suministro eléctrico y la normalidad en los servicios en Euskadi, tras varios niveles de alerta desde abril.

En Euskadi, el Gobierno Vasco ha anunciado la desactivación definitiva del Plan de Protección Civil, conocido como LABI, en relación con el apagón eléctrico que afectó a la región.
Desde el pasado 28 de abril, se mantenía en diferentes niveles de actuación debido a la crisis del suministro eléctrico, pero tras la recuperación de los servicios y la normalización de la situación, la autoridad autonómica decidió poner fin a dicha fase.
La activación de LABI, que ha sido un mecanismo de coordinación ante emergencias desde 2021, se desencadenó en varias fases debido a la gravedad de la situación.
El 28 de abril, se activó la fase de emergencia en su nivel 2, lo que permitió al Gobierno Vasco asumir en exclusiva la coordinación de información y acciones relacionadas con la crisis, coordinándose con las diferentes instituciones de la comunidad.
Tan solo un día después, el 29 de abril, el nivel de alerta se redujo del nivel 2 a la fase 1 de emergencia, lo que supuso que las instituciones vascas recuperaran la gestión directa de sus recursos y servicios.
Finalmente, el 1 de mayo, se avanzó a la fase de alerta, la cual implicó un seguimiento permanente de la situación, sin que ello implicara medidas de emergencia activa.
Este episodio no fue exclusivo de Euskadi. La crisis eléctrica tuvo repercusiones en toda España y en Europa, debido en parte a la dependencia de sistemas interconectados y a la vulnerabilidad de algunas infraestructuras energéticas.
La red eléctrica en Europa, que impulsa la transición hacia energías renovables, ha enfrentado en los últimos años desafíos considerables, que incluyen ciberataques, fallos técnicos y demanda creciente.
Percepción de la juventud en Euskadi sobre la inmigración extranjera
A través de una encuesta online realizada por el Observatorio Vasco de la Juventud, se obtuvieron datos sobre la percepción de los jóvenes en Euskadi respecto a la inmigración extranjera. Estos datos muestran cambios en los últimos años y revelan opiniones divididas sobre la cantidad de personas extranjeras en la región.Históricamente, Euskadi ha mostrado un fuerte compromiso con la protección civil, desarrollando estrategias que combinan eficiencia y sostenibilidad.
La región ha invertido en infraestructuras modernas y en la capacitación de su personal de emergencia. La recuperación rápida tras eventos como el apagón demuestra la solidez de estos sistemas.
El coste económico de la crisis eléctrica en Euskadi, en términos directos, fue estimado en unos 3 millones de euros, equivalentes a aproximadamente 2,7 millones de euros, en gastos relacionados con la recuperación y la atención a los afectados.
Sin embargo, el impacto psicológico y en la confianza de los residentes también fue significativo, impulsando a las autoridades a reforzar las medidas de prevención y respuesta ante posibles futuros incidentes.
Además, este episodio ha puesto en evidencia la necesidad de diversificación en las fuentes energéticas y la modernización de las infraestructuras eléctricas europeas.
La Unión Europea ha intensificado sus inversiones en energías renovables y en la mejora de las redes inteligentes para evitar dependencias peligrosas y garantizar una mayor resiliencia ante crisis futuras.
En conclusión, la desactivación del LABI en Euskadi simboliza el restablecimiento de la normalidad en la región tras una crisis que puso a prueba la capacidad de respuesta de sus instituciones.
La experiencia adquirida en esta crisis puede servir como ejemplo para otras comunidades autónomas y países en sus propios planes de protección civil y gestión de emergencias.