Las EPSV en Euskadi han consolidado su papel fundamental en el bienestar social, alcanzando un patrimonio superior a 32.000 millones de euros, con una participación que afecta a más de un tercio de la población laboral. Las recientes reformas normativa y estrategias impulsadas buscan ampliar su cobertura, mejorar la transparencia y ofrecer una protección complementaria sólida para las futuras pensiones.

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Estas entidades, que nacieron en respuesta a las necesidades de protección adicional en el ámbito laboral e industrial, actualmente manejan un patrimonio que supera los 32.000 millones de euros, lo que equivale aproximadamente a un 33% del Producto Interno Bruto (PIB) de Euskadi.

Desde una perspectiva histórica, las #EPSV surgieron en los años 80, principalmente como resultado de la legislación de 1983, que promovió la #previsión social ligada a empresas y centros de trabajo, creando un segundo pilar complementario a la Seguridad Social.

Esta iniciativa permitió una mayor protección a miles de trabajadores mediante esquemas de previsión adicionales, que se financiaban en parte a través de la negociación colectiva y convenios laborales.

El desarrollo de las EPSV no se detuvo ahí. La progresiva fiscalidad favorable, introducida en 1989, facilitó también el crecimiento del tercer pilar del ahorro previsional individual, ampliando la variedad de instrumentos para la protección futura de los ciudadanos.

La legislación culminó en 2012 con una ley que consolidó formalmente el marco de funcionamiento de estas entidades y reforzó su función social.

Hoy en día, las EPSV en #Euskadi cuentan con más de 1.180.000 personas afiliadas, lo que representa cerca del 35% de la población activa. En 2025, las aportaciones realizadas alcanzaron aproximadamente los 481 millones de euros, y las prestaciones entregadas rozaron los 478 millones, cifras que reflejan un crecimiento sostenido y positivo del sistema.

Recientemente, el Gobierno Vasco, en colaboración con las Haciendas Forales, ha promovido una serie de #reformas encaminadas a potenciar estas instituições, con especial énfasis en aumentar la transparencia, reducir costes y promover inversiones responsables.

Entre las medidas introducidas en el Decreto 13/2024, destacan la participación activa de los socios en los órganos directivos, el establecimiento de requisitos de paridad y la definición de operaciones vinculadas, además de la mejora en los sistemas de información y control.

Un aspecto importante de estas reformas ha sido la introducción de umbrales técnicos que garantizan que

Un aspecto importante de estas reformas ha sido la introducción de umbrales técnicos que garantizan que, cuando el patrimonio acumulado de un plan exceda un cierto nivel —equivalente aproximadamente a 6.200 euros, en comparación con la pensión mínima de jubilación de la #Seguridad Social en la región— los derechos económicos se paguen preferentemente en forma de rentas vitalicias o en pagos en un plazo de hasta 15 años, garantizando así una segunda fuente de ingresos segura en la jubilación.

También, existe la posibilidad de que hasta un 20% del ahorro pueda ser retirado en capital si el plan lo contempla.

Actualmente, las principales EPSV en Euskadi, como Geroa, Elkarkidetza y LagunAron, concentran la mayor parte de los activos y de la previsión social de la región.

Además, se han lanzado iniciativas específicas dirigidas a trabajadores autónomos, en colaboración con las cámaras de comercio y las diputaciones forales, para ampliar la inclusión en estos esquemas.

Las reformas vigentes y propuestas refuerzan la importancia de pensar en la jubilación como un ejercicio de responsabilidad colectiva. La directora de Políticas Financieras y Previsión Social del Gobierno Vasco, Arantza Larrauri, ha destacado que las EPSV ofrecen una oportunidad real para mejorar el bienestar futuro, complementando la pensión pública y mejorando la previsibilidad de ingresos en la vejez.

Además, ha subrayado que las medidas implementadas buscan que estos recursos sean más accesibles, transparentes y eficientes.

El desafío ahora es ampliar la cobertura y garantizar que los beneficios lleguen a quienes más los necesitan, promoviendo un sistema de previsión social fortalecido y sostenible, que robustezca la seguridad económica de los futuros jubilados del País Vasco, en línea con el compromiso social y económico de la región.