El programa Loturak Zabaldu en Euskadi llega a más de 80 centros educativos para promover la empatía y el entendimiento intercultural a través de experiencias inmersivas y reflexivas, favoreciendo una sociedad más plural y responsable.
Desde su lanzamiento, el programa ha impactado a más de 1.500 estudiantes, distribuidos en 86 talleres en centros educativos públicos y concertados de Bizkaia y Gipuzkoa, y próximamente llegará a Araba en el próximo otoño.
La inversión total del Departamento de Bienestar, Reto Demográfico y Juventud en esta iniciativa asciende a unos 54.000 euros, equivalentes aproximadamente a 60.000 dólares, destinados a fomentar la empatía desde una perspectiva activa y participativa.
El eje central de Loturak Zabaldu es una obra de #realidad virtual (VR) que presenta los testimonios de tres jóvenes migrantes, con historias que reflejan los desafíos y obstáculos que enfrentan en su día a día.
La técnica inmersiva busca facilitar una comprensión genuina de las experiencias vividas, estimular el diálogo crítico y desafiar prejuicios arraigados en la sociedad.
La consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, explicó que con esta iniciativa no solo se trata de entender las dificultades, sino también de promover valores de justicia, tolerancia y responsabilidad entre la juventud.
Desde su comienzo en 2021, el programa ha logrado establecer espacios de diálogo en las aulas mediante una metodología que combina presentaciones, visualización de la obra en VR y actividades de reflexión en grupo.
Los talleres incluyen dinámicas creativas, debates en pequeños grupos y exposiciones colectivas, permitiendo abordar el fenómeno migratorio desde un enfoque emocional, además del racional.
La pedagogía activa y participativa se ha mostrado especialmente eficaz para conectar con los estudiantes, quienes muestran un interés creciente en convertirse en agentes de cambio social.
Hasta la fecha, el programa ha realizado 86 talleres en diferentes municipios de Euskadi, con un total de 1.584 participantes, en su mayoría adolescentes de entre 14 y 16 años que cursan segundo o tercero de la ESO y Formación Profesional Básica. En Bizkaia, se llevaron a cabo 41 talleres en localidades como Bilbao, Durango, Getxo y Mungia, mientras que en Gipuzkoa fueron 40 en lugares como Errenteria, Tolosa y Hondarribia.
La llegada a Araba se espera para el próximo otoño, consolidando así una estrategia educativa que pretende fomentar la empatía intercultural en toda la región.
Respecto a los perfiles de los estudiantes, un 82% proviene de raíces autóctonas y un 18% de entornos migratorios, lo cual enriquece el intercambio y el entendimiento mutuo en los talleres.
Enmarcada en el Pacto Vasco por la Inmigración
La labor del Gobierno Vasco, enmarcada en el Pacto Vasco por la Inmigración, ha resaltado la importancia de estas acciones para mantener y renovar un modelo de acogida que ha hecho de #Euskadi una comunidad cada vez más diversa y multilingüe.
Las valoraciones del alumnado, tras la experiencia, evidencian un cambio significativo en su percepción sobre los migrantes. Un 80% manifestó que comprendió mejor las dificultades enfrentadas por estas personas, y un 90% afirmó que recomendaría la actividad a sus amigos.
Además, tanto estudiantes como docentes consideran que la tecnología de realidad virtual es una herramienta muy efectiva para sensibilizar sobre realidades distintas a la propia.
El impacto emocional generado por la inmersión en las historias narradas por las jóvenes migrantes hace que la experiencia genere una huella profunda en los participantes.
La conexión con relatos de resistencia, resiliencia y lucha, como los de Josefa, Aicha y Dayanna, provoca sentimientos de empatía, tristeza, rabia e incluso admiración.
Esto, sumado a las actividades posteriores, ha permitido que los alumnos desmitifiquen prejuicios y construyan una visión más compleja y realista de los motivos y obstáculos que enfrentan quienes emigran.
En suma, el programa Loturak Zabaldu representa una apuesta educativa innovadora, con una metodología que combina la tecnología, la creatividad y la reflexión colectiva.
La utilización de herramientas como la realidad virtual no solo sensibiliza, sino que también fomenta la capacidad crítica y la expresión emocional, convirtiendo a los estudiantes en actores activos en el impulso de una sociedad más inclusiva y respetuosa.
