La transformación del barrio Aramotz en Durango incluye áreas verdes, modernización de servicios públicos y la eliminación de líneas de alta tensión. Este ambicioso proyecto de reurbanización es un paso hacia un entorno más sostenible y accesible.
En el municipio de Durango, Euskadi, se ha llevado a cabo una significativa mejora en la urbanización del barrio de Aramotz, una obra que ha transformado de manera exhaustiva este espacio urbano.
La modernización incluye la creación de áreas verdes con árboles y vegetación renovada, así como espacios destinados al ocio y descanso, lo que contribuye a hacer de Durango una ciudad más verde y sostenible.
Mireia Elkoroiribe, alcaldesa de Durango, ha expresado que "esta obra es fundamental para convertir Durango en una ciudad más integrada y amigable con el medio ambiente.
Nos proponemos crear espacios públicos que incentive la colaboración intergeneracional entre los vecinos y vecinas". La inversión total en este ambicioso proyecto ha superado los 2.200.000 euros, de los cuales 1.250.000 euros provienen del Gobierno Vasco y más de 400.000 euros de los Fondos Europeos Next Generation.
El desarrollo ha sido realizado en colaboración entre el Ayuntamiento de Durango, el Gobierno Vasco y la comunidad local, culminando con la reapertura del renovado espacio en el barrio Aramotz.
Este proyecto no se limita simplemente a la mejora estética; también busca potenciar la calidad de vida de sus residentes, al mismo tiempo que reduce el riesgo de inundaciones.
Para ello, se ha realizado un desvío del canal que anteriormente pasaba por debajo de las viviendas.
En el evento de inauguración se dieron cita no solo autoridades como la alcaldesa Elkoroiribe y Miguel Ángel Páez, viceconsejero de Planificación Territorial y Agenda Urbana, sino también varios vecinos locales que han seguido de cerca la evolución del proyecto.
Juntos celebraron la transformación que incluye la modernización de los servicios públicos, que abarcan el suministro de agua potable, redes de aguas pluviales y sanitarias, así como el alumbrado.
El ambicioso proyecto, denominado “Aramotz Berritu”, se inició bajo la premisa de realizar estudios durante 2016 y 2017, con la finalidad de elevar la sostenibilidad y la resiliencia del barrio.
Mireia Elkoroiribe enfatizó la importancia de regenerar Aramotz: "Este proceso era necesario y, gracias a la colaboración entre las instituciones y los vecinos, hemos dado un gran paso hacia un futuro más sostenible".
Los trabajos incluyen la reconducción del arroyo Larrinagatxu, que se ampliará en febrero de 2024, además de la peatonalización de calles y la creación de un jardín de agua en el patio central.
También se ha dedicado atención a la jardinería y al mobiliario urbano.
Uno de los aspectos destacados del proyecto es la inclusión de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN), una estrategia que busca integrar la naturaleza en el entorno urbano para mitigar los efectos del cambio climático.
Este enfoque permitirá a Durango no solo adaptarse a los desafíos ambientales, sino también elevar la calidad de vida de sus habitantes.
El viceconsejero Miguel Ángel Páez subrayó que esta rehabilitación integral beneficiará a 96 viviendas y varias estructuras comerciales al mismo tiempo que se están ejecutando acciones adicionales para mejorar la eficiencia energética y la accesibilidad de los edificios.
La oficina Opengela en el barrio ha desempeñado un papel crucial en la coordinación del proyecto, ofreciendo información y apoyo a los vecinos.
En resumen, la reurbanización del barrio Aramotz no solo busca embellecer un entorno urbano, sino que también se alinea con un compromiso más amplio hacia un desarrollo sostenible y un ambiente comunitario fortalecido.
Los frutos de esta inversión serán visibles para todos los que habitan en Durango, marcando el inicio de una nueva era de convivencia y sostenibilidad en esta ciudad de Euskadi.