El mes de septiembre en Euskadi fue predominantemente seco y con temperaturas moderadas, con algunas variaciones en diferentes regiones. Las precipitaciones fueron escasas en gran parte del interior, mientras que las horas de sol aumentaron respecto a la media habitual.

Según sus informes, el mes se caracterizó por ser en su mayoría seco, salvo en zonas costeras y en algunas áreas del interior oeste, donde las condiciones fueron más normales en términos de precipitación.
Las #temperaturas medias registradas durante el mes se situaron en niveles considerados normales, aproximadamente 0,1°C por encima del promedio del período estándar 1991-2020.
En particular, en las zonas costeras, las temperaturas medias oscilaban entre 18 y 19 °C, mientras que en la Llanada Alavesa llegaron a superar los 16 °C.
Estos valores representan una posición intermedia en comparación con los registros del siglo XXI, manteniéndose por debajo de los picos alcanzados en 2023.
Analizando la evolución diaria de las temperaturas, se observa que en los primeros días del mes hubo una rápida alternancia entre jornadas frías y cálidas.
Destacan las anomalías cálidas ocurridas los días 5 y 6, con temperaturas ligeramente superiores a la media. En el segundo tercio de septiembre, las jornadas cálidas predominaban claramente, con temperaturas alcanzando elevadas anomalías positivas, que superaron los 6-8 °C en días como el 19 y 20.
Sin embargo, hacia finales del mes, entre los días 21 y 26, predominó un respiro con días más frescos que se alejaban de la media, aunque las temperaturas finales estuvieron cercanas a los niveles normales.
Un factor que contribuyó a este patrón fue una insolación superior a lo habitual en la región, con aproximadamente un 5-15 % más de horas de sol, especialmente en las zonas más meridionales.
En Bilbao, se registraron unas 176 horas de sol, mientras que en San Sebastián fueron 185 horas y en Vitoria-Gasteiz aproximadamente 201 horas. Esta mayor radiación solar influyó en las características climáticas del mes.
Las #precipitaciones en septiembre fueron notablemente deficitarias en varias áreas
Por otro lado, las precipitaciones en septiembre fueron notablemente deficitarias en varias áreas, especialmente en la Rioja Alavesa, el este de la Llanada y en partes del Alto Deba y Tolosaldea, donde las lluvias representaron menos del 50 % del promedio habitual.
La distribución de las precipitaciones fue relativamente similar a la de años anteriores, aunque con acumulados notablemente menores. Los registros más elevados de lluvias se encontraron en el noreste de Gipuzkoa, incluyendo localidades como Eskas (127,3 litros por metro cuadrado), Erenozu (97,5), Oiartzun (93,5), Inurritza (92,6) y Miramon (91,2).
Otras áreas con lluvias destacables en zonas montañosas del interior de Bizkaia incluyen Oiz (98,2 l/m²), Almike (88,9), Amorebieta (75,1), Mungia (73,1) y Urkiola (66,2).
En contraste, las zonas cercanas a la capital Vizcaya, como Galdakao (44,4 l/m²), Sangroniz (47,9) y Zorrotza (3,8), registraron precipitaciones muy inferiores, señalando una tendencia de lluvias escasas en la mayor parte del área metropolitana.
Igualmente, en el interior, sobre todo en la Llanada Alavesa y la Rioja Alavesa, los acumulados fueron mínimos, con valores cercanos a los 3-17 litros por metro cuadrado.
En términos de días lluviosos, Bilbao tuvo alrededor de 7 días con precipitaciones, mientras que en San Sebastián fueron 12 y en Vitoria-Gasteiz solo 4 días con lluvias.
No obstante, en días puntuales, como el 21 y 22 de septiembre, se dieron acumulados de lluvia muy intensos, aunque de forma aislada.
Adicionalmente, las condiciones meteorológicas adversas en el mes llevaron a que el Gobierno Vasco activara en septiembre un total de 10 avisos amarillos: 3 por temperaturas extremas, 2 por riesgo de incendios forestales, 2 por oleaje que afectó a la navegación y 3 por precipitaciones intensas, reflejando la diversidad de fenómenos meteorológicos en la región durante ese período.
Con una historia climática marcada por periodos de sequía en los últimos años, el #clima de #Euskadi continúa mostrando tendencias hacia la sequedad en verano, vinculadas al cambio climático, que incrementa la variabilidad y la intensidad de eventos extremos.
La gestión adecuada del agua, así como la preparación ante fenómenos meteorológicos adversos, son aspectos esenciales para mitigar posibles impactos en la economía y la vida cotidiana de sus habitantes.