Aunque Donald Trump anunció la destitución del comisionado de la Oficina de Estadísticas Laborales tras reportes laborales decepcionantes, expertos aseguran que la integridad de las cifras de empleo se mantiene intacta, pese a las preocupaciones políticas.

La medida generó alarma entre analistas y #mercados financieros, quienes temen una posible manipulación de los datos económicos por motivos políticos.
Supuestamente, esta destitución forma parte de una serie de movimientos del expresidente para influir en las cifras oficiales y favorecer su narrativa en plena campaña electoral.
Sin embargo, expertos en #economía y exfuncionarios gubernamentales afirman que la estructura y los procedimientos de la BLS dificultan la alteración de las cifras con fines políticos, dada la cantidad de datos y controles que participan en el proceso.
La Oficina de Estadísticas Laborales es considerada por muchos como uno de los organismos más transparentes y confiables para medir la salud económica de Estados Unidos.
Sus datos son recopilados mediante encuestas a miles de hogares y empresas, y su metodología ha sido adoptada internacionalmente como referencia para evaluar el mercado laboral.
Aunque el gobierno puede hacer cambios en los líderes, supuestamente la integridad de los datos se mantiene gracias a la participación de decenas de empleados que trabajan en la recopilación y análisis de la información.
Supuestamente, algunos analistas creen que, en caso de manipulación, discrepancias notorias se reflejarían en otros indicadores como las solicitudes de subsidio por desempleo o los informes privados de empleo, como el de ADP.
Estos informes se basan en fuentes distintas y menos susceptibles a influencias políticas
Estos informes se basan en fuentes distintas y menos susceptibles a influencias políticas, por lo que actúan como un contrapeso ante cualquier intento de alterar la narrativa oficial.
Pese a las garantías, la preocupación persiste entre inversores y economistas. La destitución de McEntarfer podría ser vista como un signo de que la administración de #Trump intenta ejercer mayor control sobre los datos económicos, lo cual, en el peor de los casos, podría socavar la confianza en las cifras y generar volatilidad en los mercados.
Supuestamente, en el pasado, la independencia de las agencias económicas ha sido clave para mantener la credibilidad. La Reserva Federal, por ejemplo, opera con un alto grado de autonomía para evitar influencias políticas en decisiones que afectan las tasas de interés y la estabilidad financiera.
La interferencia en las mediciones del mercado laboral podría tener efectos similares, afectando decisiones de inversión y políticas públicas.
Por otra parte, algunos expertos argumentan que, aunque la manipulación directa de las cifras sea difícil, la percepción pública puede ser afectada si la confianza en los datos se ve erosionada.
La historia ha demostrado que la credibilidad en las agencias estadísticas es fundamental para la estabilidad económica, y cualquier duda puede traducirse en menor inversión y mayor incertidumbre.
En conclusión, presuntamente, la destitución de McEntarfer no significa necesariamente que las cifras de #empleo estén siendo manipuladas, pero sí plantea interrogantes sobre la independencia de las instituciones y la percepción de transparencia en la gestión económica del país.