El nuevo CEO de Stellantis, Antonio Filosa, continúa en su cargo y reafirma su enfoque en fortalecer las operaciones en Norteamérica, mientras la compañía enfrenta desafíos internos y cambios en su liderazgo. Supuestamente, esta estrategia busca recuperar la rentabilidad y mejorar la relación con los concesionarios en Estados Unidos, uno de los mercados clave para el grupo automovilístico.

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Filosa, de 51 años y originario de Nápoles, Italia, fue nombrado oficial en junio de 2025 tras una carrera de más de 25 años dentro de marcas vinculadas a Stellantis.

Este movimiento estratégico ha generado expectativas en el sector, especialmente en el mercado estadounidense, donde #Stellantis busca consolidar su posición tras los recientes cambios en su liderazgo.

El grupo, que surgió en 2021 de la fusión entre Fiat Chrysler Automobiles y PSA Group, ha enfrentado diversos desafíos en los últimos años, incluyendo problemas de rentabilidad y tensiones con concesionarios y sindicatos.

Supuestamente, Filosa continuará centrando sus esfuerzos en fortalecer la presencia de marcas emblemáticas como Jeep, Ram y Dodge en Norteamérica, regiones que representan un porcentaje considerable de los ingresos globales del grupo.

Según analistas del sector, el énfasis en este mercado es fundamental para que Stellantis recupere su rentabilidad y mejore su imagen tras las dificultades enfrentadas por su predecesor, Carlos Tavares.

Durante la gestión de Tavares, que finalizó en 2024, la compañía recibió críticas por decisiones que algunos consideran cortoplacistas, lo que llevó a una pérdida de confianza tanto de concesionarios como de empleados.

La tensión con el sindicato United Auto Workers (UAW) fue una de las principales problemáticas, con huelgas y campañas públicas que demandaban mejores condiciones laborales y mayor inversión en las plantas estadounidenses.

Supuestamente, la llegada de Filosa ha sido vista como una oportunidad para cambiar esa percepción. Los concesionarios norteamericanos, que en los últimos meses habían expresado su descontento por la gestión anterior, han mostrado mayor disposición a colaborar con el nuevo liderazgo.

La estrategia de Filosa parece centrarse en reforzar la producción local y acelerar la introducción de nuevos modelos, especialmente en los segmentos de SUV y vehículos eléctricos.

Desde su oficina en Auburn Hills, en Michigan, Filosa ha realizado varias visitas a plantas clave, como la planta de ensamblaje de Detroit y la de Sterling, con el objetivo de evaluar el estado de las operaciones y fortalecer la relación con los empleados y sindicatos.

Presuntamente, también ha anunciado que mantendrá su residencia en el área metropolitana de Detroit para garantizar una presencia constante en la región.

En el aspecto corporativo, Filosa ha nombrado a un equipo de altos ejecutivos, en su mayoría provenientes de las marcas anteriores a la fusión, con décadas de experiencia en la empresa.

La mayoría tiene una profunda comprensión del mercado estadounidense

Aunque muchos de estos directivos se encuentran en Europa, la mayoría tiene una profunda comprensión del mercado estadounidense, lo que según expertos, será clave para implementar una estrategia sólida y adaptada a las necesidades locales.

Supuestamente, este enfoque de liderazgo busca no solo mejorar los resultados económicos, sino también recuperar la confianza de los inversores, empleados y socios comerciales.

La visión de Filosa es clara: convertir a Stellantis en un referente en movilidad sostenible en Norteamérica, aprovechando las fortalezas de sus marcas y adaptándose a las nuevas tendencias del mercado, como la electrificación y la digitalización.

En definitiva, la continuidad de Filosa en su cargo y su enfoque en el mercado estadounidense representan un giro importante en la estrategia del grupo, en un momento en que la industria automotriz global está en plena transformación.