Numerosos fabricantes como Nissan, Ford y Chevrolet han iniciado retiradas masivas de vehículos debido a posibles fallos que podrían poner en riesgo la seguridad de los conductores. Las acciones de estas compañías caen ante la creciente preocupación del mercado global.
Estos retiros se han producido debido a posibles fallos mecánicos y electrónicos que, presuntamente, podrían representar un riesgo para la #seguridad de los conductores y pasajeros.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha informado que estas retiradas afectan a modelos fabricados entre 2018 y 2024, y han generado una caída en las acciones de las empresas involucradas.
La preocupación principal gira en torno a problemas en componentes como motores, cámaras traseras y sistemas de airbags, que podrían fallar en momentos críticos.
Supuestamente, Nissan ha iniciado una llamada a revisión para aproximadamente 444,000 #vehículos afectados por posibles defectos en los cojinetes del motor, que podrían provocar fallos en el funcionamiento y, en el peor de los casos, la pérdida completa del motor.
La marca ha comunicado que inspeccionará y, de ser necesario, reemplazará los componentes defectuosos en modelos como el Nissan Rogue, Altima y algunos Infiniti.
Por su parte, Ford ha anunciado la revisión de unos 200,000 vehículos debido a posibles errores en el software de la cámara trasera, que podría dejar de funcionar o mostrar imágenes en blanco, incrementando así el riesgo de accidentes.
La compañía ha prometido actualizar el software sin costo alguno para los propietarios, y las notificaciones comenzarán a enviarse a partir de finales de julio.
Supuestamente, Chevrolet también ha solicitado la revisión de más de 40,000 unidades del modelo Blazer EV, por daños en el cableado del freno de estacionamiento trasero, que podría activarse de forma involuntaria o dejar de funcionar en momentos clave.
La marca ha informado que realizará inspecciones y reparaciones gratuitas para evitar posibles accidentes.
Además de estos problemas mecánicos y electrónicos, se ha detectado que ciertos modelos de Honda, específicamente algunos Accord de 2013, presentan riesgo de corrosión en la transmisión, lo que podría causar fallos en la conducción.
La marca ha iniciado un proceso de inspección y reemplazo de los ejes de transmisión en los estados donde la humedad y la sal en las carreteras son más elevadas.
Las piezas defectuosas podrían llegar a Europa
Supuestamente, estas retiradas en #EE. UU. tienen un impacto no solo en la economía local sino también en el mercado europeo, donde muchos de estos modelos se venden y circulan. Expertos señalan que, en algunos casos, las piezas defectuosas podrían llegar a Europa, aumentando la preocupación por la seguridad vial en la región.
El mercado automotor en Europa, que en 2022 movió cifras cercanas a los 300 mil millones de euros, se encuentra en una fase de mayor control y supervisión tras estos incidentes.
Las autoridades europeas han reforzado las inspecciones en las importaciones y en la producción local, buscando prevenir que fallos similares afecten a los conductores europeos.
En un contexto más amplio, la historia de los retiros masivos no es nueva. En 2015, Volkswagen enfrentó un escándalo por emisiones contaminantes, lo que llevó a una caída en sus acciones y a fuertes multas en varias regiones del mundo.
La confianza en las marcas automotrices se ve afectada cada vez que surgen problemas de seguridad, y los consumidores se vuelven más cautelosos al adquirir nuevos vehículos.
Supuestamente, la tendencia apunta a que las empresas automotrices deberán incrementar sus controles de calidad y transparencia para recuperar la confianza del público.
La seguridad sigue siendo la prioridad número uno, y los retiros masivos, aunque costosos, son necesarios para evitar tragedias y proteger a los usuarios.