Un informe reciente revela que los costes de vivienda en EE.UU. continúan aumentando, dificultando el acceso a propiedades para la mayoría de los estadounidenses, tanto compradores como inquilinos.

Según un informe elaborado por uno de los centros de investigación en #vivienda más destacados del país, la situación de la vivienda en 2025 refleja un incremento en los precios y en los obstáculos para que tanto quienes buscan comprar como alquilar puedan acceder a una vivienda digna.
El documento, titulado 'Estado de la Vivienda en Estados Unidos 2025', del Joint Center for Housing Studies de Harvard, presenta cifras alarmantes que ilustran la magnitud del problema.
En 2024, el precio mediano de una vivienda alcanzó los 382.000 euros, un aumento significativo comparado con años anteriores. Para poder afrontar una hipoteca en esas condiciones, se estima que un solicitante debería contar con ingresos anuales de al menos 96.600 euros, considerando la regla del 31% de la renta destinada a pagos hipotecarios.
A día de hoy, solo unos 6 millones de los aproximadamente 46 millones de inquilinos en el país cumplen con este requisito, dejando a una gran parte de la población en una situación de vulnerabilidad económica.
Además, se calcula que casi la mitad de los inquilinos dedica más del 30% de sus ingresos mensuales al pago de vivienda y servicios, lo que presuntamente genera una carga excesiva y dificulta aún más la estabilidad económica.
Por otra parte, el ratio entre el precio de la vivienda y el ingreso familiar promedio en 2024 se situó en cinco veces más, una cifra que supera ampliamente el ratio considerado como 'asequible', que tradicionalmente se establece en tres veces el ingreso.
Solo en una ocasión en los últimos 30 años este ratio fue tan alto, en 2005, en pleno auge de la burbuja subprime. Esto indica que comprar una casa en Estados Unidos es cada vez más una meta inalcanzable para la clase media.
000 euros para adquirir una vivienda medianamente valorada en más de 2 millones de euros
Supuestamente, en zonas como San José, California, se necesitaría un ingreso anual cercano a 445.000 euros para adquirir una vivienda medianamente valorada en más de 2 millones de euros. En contraste, en áreas con menor coste de vida, como Waterloo-Cedar Falls en Iowa o Charleston en Virginia Occidental, los precios de las viviendas son diez veces menores, haciendo evidente la disparidad regional.
Pero no solo la compra de viviendas se vuelve inaccesible; también el alquiler presenta dificultades. Los precios de arrendamiento en muchas áreas siguen muy por encima de los niveles previos a la pandemia, y la situación no muestra signos de mejora.
La especialista en estudios de vivienda de Harvard, Whitney Airgood-Obrycki, comentó que las políticas públicas podrían ser una vía para aliviar esta crisis.
La flexibilización de las normativas de zonificación, permitiendo, por ejemplo, la construcción de viviendas multifamiliares en zonas tradicionalmente reservadas para viviendas unifamiliares, podría facilitar la creación de nuevas opciones habitacionales.
Supuestamente, los subsidios estatales y federales, como los vales de vivienda o la construcción de viviendas públicas, también jugarían un papel fundamental para quienes enfrentan mayores dificultades.
Sin embargo, la realidad es que, en enero de 2024, supuestamente más de 770,000 personas estaban en situación de calle en todo el país, un aumento del 33% desde 2020.
No cabe duda de que, si bien los problemas del #mercado inmobiliario en Estados Unidos no son nuevos, la gravedad de la situación actual, con precios que continúan escalando y una oferta que no logra cubrir la demanda, presuntamente está afectando a millones de ciudadanos, poniendo en riesgo su estabilidad y bienestar.