El Consejo de Ministros ha decidido en su última reunión autorizar la aplicación del Fondo de Contingencia, destinando un total de 25.943.376 euros para cubrir los anticipos de ayudas que se han establecido para mitigar los daños personales y materiales ocasionados por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).

Esta decisión responde a las devastadoras consecuencias que la DANA tuvo en diferentes municipios entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de este año.

Las ayudas están reguladas bajo el artículo 3 del Real Decreto-ley 6/2024, del 5 de noviembre, donde se contemplan diversas medidas urgentes para hacer frente a la situación creada por este fenómeno climatológico.

El Ministerio del Interior ha solicitado este suplemento de crédito para garantizar la disponibilidad de recursos destinados a atender las solicitudes de anticipos de ayudas.

Estas ayudas están diseñadas para personas físicas y jurídicas y su gestión está a cargo de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.

Además, hay que mencionar el impacto significativo que ha tenido la DANA. Desde el inicio de este fenómeno, se ha visto la necesidad de implementar respuestas inmediatas y efectivas para garantizar la asistencia a los afectados.

En este sentido, el Real Decreto-ley 7/2024, aprobado el 11 de noviembre, incluye nuevas medidas que buscan agilizar el proceso de ayuda y reconstrucción, además de permitir la posibilidad de recibir anticipos de las ayudas previstas.

Hasta la fecha, se estima que se tramitarán anticipos por un total de 35.374.896 euros en ayudas para las familias e instituciones sin fines de lucro que han sufrido los efectos de la DANA. Sin embargo, el crédito actualmente disponible en la partida destinada a estas situaciones asciende a 9.431.520 euros, generando así una necesidad de crédito que se cuantifica en 25.943.376 euros.

Ante esta situación, el Ejecutivo ha considerado fundamental la utilización del Fondo de Contingencia, de acuerdo con lo dispuesto en la Ley General Presupuestaria.

Este fondo es una herramienta que permite al Gobierno reaccionar con agilidad ante situaciones imprevistas y garantizar que los recursos estén disponibles donde más se necesitan.

La importancia de este tipo de medidas radica en la rápida capacidad de respuesta del Gobierno frente a desastres naturales, una acción que se ha vuelto crucial dada la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos.

La DANA ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de algunas regiones y la necesidad de contar con mecanismos efectivos de respuesta y recuperación.

El Gobierno reafirma su compromiso con la protección y el apoyo a los ciudadanos, y estas acciones son una clara muestra de esa voluntad.

Es fundamental que las ayudas lleguen a los afectados en el menor tiempo posible para facilitar su recuperación y reconstrucción, en momentos que suelen ser difíciles y de incertidumbre para las comunidades afectadas.