En caso de un posible cierre del gobierno en Estados Unidos, se presume que ciertos empleados federales podrían tener derecho a recibir prestaciones por desempleo, dependiendo de las circunstancias y las regulaciones estatales. La situación genera incertidumbre sobre el impacto en la fuerza laboral federal y los beneficios disponibles durante estos periodos de inactividad temporal.

La historia de los cierres gubernamentales en EE.UU. revela que estos eventos, aunque relativamente frecuentes, pueden durar desde unos pocos días hasta más de un mes, causando importantes trastornos en la administración pública y en la vida de millones de empleados.
El último cierre, que ocurrió en 2018-2019, duró 35 días y fue uno de los más largos en la historia del país. Durante ese período, aproximadamente 800.000 #empleados federales fueron enviados a una licencia sin sueldo o enfrentaron despidos temporales. Esta situación generó un debate sobre los derechos de los trabajadores en estos escenarios y las posibles ayudas disponibles para quienes pierden ingresos.
Supuestamente, ciertos empleados considerados como 'exceptuados' o 'esenciales', como personal militar, oficiales de la ley, trabajadores de emergencias y personal médico, continúan trabajando durante un cierre, pero no reciben salario inmediato.
Sin embargo, tras la resolución del conflicto presupuestario, es probable que reciban pagos atrasados, aunque esto no siempre sucede automáticamente.
Por otro lado, los empleados que son furloughed, es decir, enviados a licencia temporal sin sueldo debido a la falta de fondos, podrían tener la opción de solicitar prestaciones por desempleo en sus estados.
Estas prestaciones, llamadas oficialmente en EE.UU. 'Unemployment Compensation for Federal Employees' (UCFE), siguen las mismas reglas que las ayudas estatales y pueden variar en duración y monto. Presuntamente, la mayoría de los estados pagan un máximo de 26 semanas de beneficios, y el pago suele comenzar entre 14 y 21 días después de presentar la solicitud.
Históricamente, en otros cierres, la duración y el impacto en la economía y en los empleados han sido diferentes. Por ejemplo, en los cierres de los años 90 y en 2013, las interrupciones fueron menores en duración, pero igualmente causaron molestias a miles de trabajadores federales.
Supuestamente, la incertidumbre sobre la duración de un cierre y las condiciones específicas hacen difícil prever exactamente cuánto tiempo podrían estar sin empleo legalmente o sin salario.
Sin embargo, las regulaciones actuales permiten que muchos empleados afectados puedan acceder a ayudas temporales, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por sus estados.
En un escenario de cierre gubernamental
En definitiva, en un escenario de cierre gubernamental, se presume que los empleados no esenciales y furloughed tienen la posibilidad de solicitar beneficios por desempleo, pero la rapidez y monto de estos pagos dependen de cada jurisdicción.
La historia muestra que estos periodos, aunque incómodos, suelen terminar en unas pocas semanas o meses, y las ayudas están diseñadas para mitigar el impacto económico en los trabajadores afectados.