Un nuevo escándalo envuelve a las galletas de las Girl Scouts, acusadas de contener metales pesados y pesticidas. Descubre todos los detalles de esta controvertida demanda.

Imagen relacionada de polémica galletas girl scouts

Una mujer de Nueva York ha presentado una demanda colectiva contra las Girl Scouts de América, alegando que sus populares galletas contienen niveles dañinos de metales pesados y pesticidas.

La demanda se registró el pasado lunes en un tribunal federal y sostiene que tanto las Girl Scouts como los fabricantes de las galletas, Ferrero U.S.A. e Interbake Foods (operando bajo el nombre de ABC Bakers), están comercializando un producto que contiene toxinas peligrosas.

La acusación se basa en un estudio encargado por grupos como Moms Across America y GMO Science, el cual señala que el 100% de las galletas analizadas presentaron trazas de metales como aluminio, arsénico, cadmio, plomo y mercurio.

Adicionalmente, se encontró que 13 de estas galletas contenían niveles elevados de glifosato, un herbicida comúnmente utilizado en la agricultura. Sin embargo, es importante destacar que este estudio no fue publicado en ninguna revista científica, no fue revisado por pares y utilizó una muestra pequeña, lo que, según Forbes, no refleja necesariamente los niveles de contaminación a nivel nacional.

El estudio también comparó los niveles de metales pesados y glifosato con límites de seguridad del agua establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), lo que no es aplicable a los alimentos.

A pesar de estas limitaciones, los resultados del estudio ganaron atención en redes sociales, gracias a la difusión por parte de figuras influyentes como el podcaster Joe Rogan, lo que llevó el tema a un público más amplio.

La demanda busca 5 millones de euros en daños para los compradores de las galletas en Estados Unidos y una orden judicial que obligue a los vendedores a actualizar el empaque para revelar la presencia de estas sustancias.

La demanda critica a las Girl Scouts por hacer afirmaciones falsas sobre la seguridad y calidad de sus galletas en su marketing y envases, argumentando que, de haber conocido esta información, Mayo y otros demandantes no habrían comprado las galletas.

Por su parte, las Girl Scouts no han emitido un comentario inmediato sobre la demanda, pero ya han abordado las preocupaciones sobre la seguridad de sus galletas en una publicación de blog.

Afirman que la salud y seguridad de sus clientes es su prioridad y que sus productos cumplen con los estándares de seguridad alimentaria establecidos por la FDA y la EPA.

La organización sostiene que las trazas de metales pesados y glifosato se encuentran naturalmente en muchos alimentos debido a contaminantes ambientales y no representan un riesgo para la salud.

También explicaron que pequeñas cantidades de metales pesados pueden encontrarse de forma natural en el medio ambiente y que estos metales no son añadidos intencionadamente a sus galletas.

Las Girl Scouts reafirmaron su compromiso con la calidad y seguridad de todos sus productos, asegurando que se fabrican conforme a todas las regulaciones de seguridad alimentaria y estándares internacionales.

Este tipo de controversias no es nuevo en la historia de las galletas de las Girl Scouts, que desde su fundación en 1917 han sido un símbolo de emprendimiento juvenil y recaudación de fondos.

A medida que el debate sobre la seguridad alimentaria y la salud se intensifica, esta demanda podría tener un impacto significativo en la reputación de la organización y en la confianza del consumidor.