El gobierno ha establecido nuevos objetivos de gasto no financiero para el año 2024, con el fin de continuar reduciendo el déficit público y fortalecer la estabilidad económica del país.

Desde el comienzo de la pandemia, se ha logrado reducir el déficit sin recortar los servicios públicos y, al mismo tiempo, implementando un importante escudo social.

El gobierno muestra un riguroso control de las cuentas públicas y establece previsiones de déficit para los próximos años.

El objetivo es lograr un crecimiento por encima de la media de la Unión Europea, así como un récord de creación de empleo.

Estos objetivos de estabilidad buscan avanzar en la consolidación fiscal y reforzar las políticas públicas.

En cuanto a los subsectores, se establecen objetivos de déficit por cada uno de ellos.

Se espera que las comunidades autónomas y las entidades locales tengan más margen fiscal en el año 2024, mientras que la Administración Central volverá a asumir un mayor esfuerzo de déficit.

El compromiso del gobierno con las comunidades autónomas se refuerza con una senda de estabilidad que flexibiliza el déficit en los próximos años.

Además, se destinan recursos sin precedentes a las CCAA, alcanzando la cifra de 154.467 millones de euros en 2024, lo que representa un aumento de 20.000 millones de euros en comparación con 2023. Esto brinda a las CCAA un mayor margen fiscal y les permite contar con los mayores recursos de la historia.

De manera similar, el gobierno muestra su compromiso con las entidades locales, estableciendo una senda de estabilidad que flexibiliza el déficit y destinando recursos significativos a las EELL. En 2024, se espera destinar 28.557 millones de euros a las EELL, lo que supone un aumento de 5.260 millones de euros en comparación con 2023. Esto brinda a las EELL un mayor margen fiscal y les otorga los mayores recursos de la historia.

El límite de gasto no financiero para 2024 permite tomar medidas en caso de ser necesarias y asciende a 198.221 millones de euros.

Este techo de gasto total es indispensable para seguir aplicando políticas que contribuyan a modernizar el país, impulsar un crecimiento sostenible, justo e inclusivo, y fortalecer el estado del bienestar.

Se destaca que este límite de gasto es prudente y se espera que contribuya a la consolidación fiscal y al bienestar de la sociedad.

En cuanto a la deuda pública, se proyecta una reducción continua en los próximos años.

En 2026, se espera que la deuda pública se sitúe por debajo del 105% del PIB. Los distintos sectores de la administración pública también muestran reducciones en la deuda en los próximos años, lo que indica un proceso de reequilibrio y fortalecimiento de las finanzas del país.

En conclusión, se resalta el compromiso del gobierno con la responsabilidad fiscal y el cumplimiento de la ley de estabilidad presupuestaria.

Se aprueba un plan de reequilibrio que establece metas claras de reducción del déficit y la deuda, sin recortes en el estado del bienestar.

Además, se destaca el mantenimiento del crecimiento económico y la creación de empleo, con la ayuda de los fondos europeos disponibles.

El gobierno continúa trabajando para promover políticas públicas eficaces y asegurar un futuro próspero para el país.