En el día de hoy, el rey Felipe VI ha recibido en el Palacio de la Zarzuela a los miembros del equipo de auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) encargado de auditar las cuentas de la Casa Real desde el año 2015. Acompañado por el Interventor General del Estado, Pablo Arellano Pardo, el monarca español ha querido mantener su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, permitiendo que la IGAE realice un exhaustivo examen de las finanzas de la Casa Real.

Esta decisión de someter las cuentas anuales de la Casa Real a auditoría se tomó como parte de un proceso de modernización y transparencia de la institución, que hasta ese momento no estaba sujeta al control de la IGAE. La solicitud de auditoría fue realizada por la propia Casa del Rey, reconociendo el prestigio y la trayectoria como auditor público de la Intervención General del Estado.

Durante la visita de los auditores a la Zarzuela, se ha llevado a cabo una revisión exhaustiva de las cuentas anuales de la Casa Real, desde la proclamación de Felipe VI como Jefe del Estado.

Esta auditoría ha permitido obtener un balance detallado de la situación financiera y ha servido como un paso más hacia la transparencia y el control en la gestión de los recursos públicos.

La colaboración entre la Casa del Rey y la IGAE se formalizó en septiembre de 2014, mediante la firma de un convenio que fue renovado en mayo de 2019. Sin embargo, este último convenio ha expirado recientemente, por lo que será el Tribunal de Cuentas quien se encargue de auditar las cuentas anuales correspondientes al año 2023.

Esta noticia demuestra el compromiso de la Casa Real con la transparencia y la rendición de cuentas, así como su apoyo a las instituciones encargadas de controlar la gestión de los recursos públicos.

La decisión de someter las cuentas a auditoría es un ejemplo de la voluntad de la Casa del Rey de actuar con responsabilidad y en beneficio de la ciudadanía.

Fuente: Ministerio de Hacienda y Función Pública