Tras 233 años, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anuncia el cese oficial de la producción de centavos, una decisión que genera dudas sobre su impacto en la economía, el valor de las monedas y el sistema de pagos. Expertos analizan las implicaciones de esta medida y qué esperar en el futuro cercano.
Esta decisión, que entrará en vigor en 2025, marca el fin de una era en la historia monetaria del país, que comenzó en 1793 con la creación de la moneda estadounidense.
La medida fue motivada, en parte, por los altos costos de producción, ya que cada centavo cuesta aproximadamente 3,69 centavos de dólar (alrededor de 3,30 euros), superando su valor nominal.
La Casa Blanca y el Congreso han debatido en varias ocasiones sobre la conveniencia de mantener monedas de bajo valor debido a su impacto económico y operativo.
Históricamente, los centavos han sido una pieza clave en las transacciones diarias de millones de estadounidenses. Sin embargo, con la digitalización y el aumento de pagos electrónicos, su utilidad ha disminuido. En 2024, la Casa de la Moneda fabricó aproximadamente 2,9 mil millones de centavos, lo que evidencia la baja demanda en comparación con épocas anteriores.
La eliminación de esta moneda podría ahorrar al gobierno cerca de 50 millones de dólares al año en costos de producción y distribución.
Para los coleccionistas, la noticia genera una mezcla de interés y cautela. Algunos creen que las últimas monedas producidas en 2025 podrían convertirse en objetos de valor, similar a los billetes de edición limitada o monedas con errores de acuñación.
Sin embargo, expertos como John Feigenbaum, director de la guía de precios de monedas raras Greysheet, señalan que no hay evidencia de que los centavos de 2025 sean más valiosos que otros ejemplares.
Feigenbaum explica que, históricamente, monedas como la de Bicentenario de 1976 o las piezas de los años 1909 en adelante no han aumentado de valor significativamente con el tiempo.
La expectativa es que los centavos de 2025 permanezcan en circulación como piezas comunes, y su valor de mercado siga siendo de 25 centavos o menos.
Además, la eliminación del centavo podría tener efectos en los precios y en la forma en que los comercios manejan el cambio. Aunque por ahora no hay una regulación clara, se espera que las tiendas y supermercados comiencen a redondear los precios a la cantidad más cercana en cinco centavos, afectando a quienes aún dependen en efectivo de forma regular.
Países como Australia, Canadá y Nueva Zelanda ya han experimentado procesos similares, con resultados variados.
Pero también podría generar mayores gastos en monedas de mayor denominación
Desde el punto de vista económico, la supresión de los centavos podría reducir los costos de producción y distribución para el gobierno, pero también podría generar mayores gastos en monedas de mayor denominación, como los níqueles, que tienen un costo de fabricación cercano a 13,78 centavos de dólar (unos 12,30 euros).
Esto podría contrarrestar los beneficios económicos inicialmente previstos.
En el ámbito político, hay propuestas en el Congreso para eliminar también las monedas de cinco centavos, argumentando que su costo supera su valor y que ya no cumplen una función esencial en la #economía moderna.
La desaparición de los centavos también plantea interrogantes sobre el impacto en el sistema de pagos y en la vida cotidiana. La transición hacia un sistema digital más robusto es vista por algunos expertos como una necesidad, pero otros advierten sobre los riesgos de depender demasiado de las transacciones electrónicas, especialmente en situaciones de emergencia o desastres naturales.
En conclusión, el fin de la fabricación de centavos en #EE.UU. representa un cambio histórico que, aunque en principio puede parecer menor, tiene implicaciones profundas en la economía, el #coleccionismo y la vida diaria de millones de personas.